El juzgado de instrucción de Piedrahíta abre diligencias previas ante lo ocurrido con los bienes que salieron del convento del Amor Misericordioso y de la Madre de Dios en la localidad tras la marcha de la comunidad religiosa que lo habitaba. Un tema que ya nació con polémica puesto que los vecinos se manifestaron en contra de la salida de lo que consideran parte de su patrimonio pero que no se pudo parar, de modo que los bienes terminaron fuera de Piedrahíta. Después han seguido las protestas pero no se ha conseguido el regreso.
Ante esta situación, según se conoció a principios de enero, aunque sucedió con anterioridad, un particular presentó una denuncia al entender que aquellos hechos podían ser constitutivos de un delito. Esa denuncia ha sido aceptada por el juzgado de Piedrahíta que abre diligencias previas sobre la situación ante un presunto delito sin especificar y donde se señala que no están «determinadas la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que en ellos han intervenido» por lo que procede «incoar diligencias previas y practicar aquellas esenciales encaminadas a efectuar tal determinación y, en su caso, el órgano competente para el enjuiciamiento».
Por ello ordena requerir información al Obispado de Ávila, al Ayuntamiento de Piedrahíta, al Catastro, a la Guardia Civil y a Mater Unitatis.
Para entender lo que sucede hay que volver al pasado 16 de octubre cuando una representación de la entidad Mater Unitatis se personó en el convento de Piedrahíta para llevarse algunos de los bienes muebles y artísticos que se encontraban en este lugar religioso, teniendo en cuenta que la comunidad religiosa se trasladaba y se quedaba vacío. Allí comenzó la 'lucha' de los vecinos, en esa misma jornada en la que hubo miembros de la Guardia Civil y representación del Ayuntamiento aunque las obras terminaron saliendo del convento. Entre las obras que se movieron se encontraba el Cristo de Alonso Cano, una de las obras emblemáticas que formaban parte del museo del Convento de Carmelitas de Piedrahíta con destino, como el resto, al convento de San Andrés de Salamanca, como después confirmaría la propia Consejería de Cultura.
Ninguno de los pasos dados posteriormente para intentar que los bienes volvieran a Piedrahíta ha tenido éxito por lo que en este momento una de las vías abiertas es la que se encuentra en el juzgado donde se espera la llegada de la documentación solicitada.
Entre ella se pide al Obispado «testimonio del expediente antecedente de la inmatriculación del Monasterio de Piedrahíta de fecha de 17 de agosto de 1984 y comunicación en su caso a la Orden Religiosa como propietaria registral», certificación, en su caso, «de absorción o fusión de la orden de las Madres Carmelitas de la Antigua Observancia y Mater Unitaris u otra Federación Carmelita» y conocimiento de la enajenación por cualquier título del monasterio.
Al Ayuntamiento se le pide la licencia de apertura de dos puertas en los muros de cerramiento del monasterio, la licencia municipal de obras de acondicionamiento de la parte de la huerta del monasterio que pasó a supermercado, la licencia de apertura del supermercado y el giro del impuesto de bienes inmuebles del mismo.
También se pide al Catastro la descripción de la finca del monasterio y la superficie del supermercado ya la Guardia Civil que averigüen los datos de filiación de los arrendatarios del supermercado.
Por último se requiere «a la entidad Mater Unitatis el título de propiedad sobre el convento de Piedrahíta».
Más allá de otros temas, al menos una parte de los requerimientos parecen ir encaminados a averiguar la propiedad del convento, que precisamente era un tema que se ponía en duda en la denuncia, insistiendo en que «en ningún momento acreditó la propiedad mediante escritura pública o privada, civil o eclesiástica».
También en esa denuncia se tocan otros temas como que se mostró un inventario en el momento de llevarse las obras pero no se entregó ni a la Guardia Civil ni al Ayuntamiento. Además, según comentó en su día el denunciante, «consultado el registro de la propiedad del distrito hipotecario de Piedrahíta, resulta que obra una sola actuación registral, en la que tras la descripción física inequívoca del monasterio, se asiente e inmatricula 'el pleno dominio a favor de la orden de las madres carmelitas de la antigua observancia'».
Y es un punto que puede resultar clave por entender de quién puede ser la propiedad puesto que las carmelitas se marcharon y fue Mater Unitaris quien procedió al traslado de las obras.
Ahora queda por ver cómo se desarrollan las diligencias judiciales y si conducen a continuar un proceso que ha levantado la sensibilidad de los vecinos de Piedrahíta en cuanto a la devolución de las obras que consideran parte de su patrimonio pero también por conocer el futuro del convento, emblemático en la localidad y de lo que, al menos oficialmente, no se ha vuelto a saber nada. Sí que hay voces que hablan de posibles usos como podría ser convertirlo en un lugar dedicado al archivo y explicación histórica de los Señoríos Nobiliarios dada la vinculación en la localidad, aunque para eso se debe conocer qué va a suceder con un espacio ahora deshabitado y que los vecinos no quieren perder.