El juicio contra H.H.J. por un presunto delito de abusos sexuales contra una menor que se celebraba en la Audiencia Provincial quedó visto para sentencia este miércoles. Este juicio comenzó el pasado miércoles 31 de enero con la toma de declaración tanto del acusado como de la denunciante, los interrogatorios de todos los testigos menos uno y las periciales. Precisamente la falta de ese testigo fue la que motivó la suspensión del juicio al estimar todas las partes que su testimonio era clave. Se trataba de la amiga de la denunciante con la que en parte compartieron jornada acusado y presunta víctima el día de los hechos y también otro amigo más que sí compareció como testigo. Este miércoles, el juicio se retomó con la declaración de esta testigo y la lectura de las conclusiones, quedando visto para sentencia.
Tanto el MInisterio Fiscal como la acusación particular mantuvieron las penas que solicitaban para el acusado, 15 años de prisión, accesoria de inhabilitación absoluta, prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima (...) en tiempo superior a la pena de prisión efectivamente impuesta. Libertad vigilada durante cinco años a concretar y ejecutar con posterioridad e inhabilitación para cualquier trabajo que conlleve contacto regular con menores durante siete años a la pena privativa de libertad efectivamente impuesta. También solicitan una indemnización con 10.000 euros a la víctima.
Ahora bien, el fiscal planteó una alternativa si se comprueba que el acusado no conocía que la víctima era menor, una de las cuestiones que se debe dirimir en el juicio, y entonces la pena podría oscilar entre los 8 y los 14 años de cárcel.
Para la defensa, que negó todo lo relatado tanto por el Ministerio Fiscal como por la Acusación Particular, el procesado «no intervino en los términos expresados» y «nunca se ha probado la acusación» y no es cierto tampoco que los hechos ocurrieron cuando la denunciante era menor de 16. Para la defensa es significativo que la denuncia llegara dos años después de que ocurrieran los hechos supuestamente y que en ese impás la relación con el procesado era normal además de que todo ello refleja «la inconsistencia de sus contradictorias declaraciones «por irreales». Por todo ello se mantuvo pidiendo la libre absolución.
Hay que recordar que, tal y como se expuso en la primera jornada del juicio, los hechos tuvieron lugar alrededor de finales de verano del año 2020, alrededor porque no se pudo precisar la fecha. Una cuestión muy importante teniendo en cuenta que la menor por aquel entonces cuando supuestamente ocurrieron los hechos denunciados, tendría menos de 16 años.
Lo que ella denuncia es que su tío (político) acudió a su llamada y la buscó en el centro de menores donde ella residía y que tras hablar de asuntos como la separación de sus tíos y que ella lo había dejado con su pareja estuvieron en el coche del denunciado bebiendo cerveza y fumando porros. En principio, en compañía de dos amigos del centro, dos de los cuatro testigos llamados a declarar. En un momento se quedaron solos y entonces el tío que era quien conducía el coche se dirigió a un lugar un tanto más apartado. Él defiende en su declaración que tan sólo bebieron y fumaron y que en algún momento llegaron a abrazarse.
Ella, no, aseguró que primero la besó obligándola a ello, pues la cogió por la cabeza, y luego cogió su mano para dirigirla a su pene para que le masturbara, tras eyacular, defiendió la denunciante, le introdujo los dedos en la vagina pese a que le pidió que parara e intentó apartarle, si bien estaba sin fuerzas por lo bebido y fumado. En un momento dado paró y previa petición de la menor la acercó al centro.
Tras los hechos al parecer y así se constató en el juicio hubo una conversación de whatsap entre ambos días después en la que ella dice cosas como que lo que había pasado entre ellos «podría ser abuso», «o que seguro que no era la primera vez que le ponía los cuernos a su tía» él respondió con un «tu no te negaste» o «yo no tengo tan claro lo de que me he aprovechado». A preguntas especialmente del Fiscal éste evidenciaba las connotaciones sexuales que podría tener esa conversación, si bien el acusado en todo momento dijo que se referían a lo de beber cerveza y fumar porros. De ahí no se salió en toda su declaración y negó la mayor.