Ursula Von der Leyen lo tiene muy claro. Sus próximos cinco años al frente del Ejecutivo comunitario serán con un equipo paritario. Al menos, esas son sus aspiraciones. Y piensa agotar todos los cartuchos hasta lograr su objetivo. Por eso, la presidenta de la Comisión Europea (CE) ha decidido retrasar su anuncio sobre el reparto de su nuevo Colegio de Carteras, previsto para el miércoles pasado y aplazado hasta la próxima semana.
La razón esgrimida es que hay que esperar «hasta que la lista de candidatos esté completa», después de que Eslovenia presentara a última hora un cambio de candidatura que ralentizó todo el proceso. En concreto, Von der Leyen no contaba entonces con la confirmación de la nominación formal de la exembajadora Marta Kos por parte del Parlamento de ese país, tras la renuncia del anterior aspirante, el expresidente del Tribunal de Cuentas Tomaz Vesel, por diferencias de criterio con la política alemana.
De este modo, la presentación de su equipo tendrá lugar el próximo martes en Estrasburgo (Francia), en el marco de la sesión plenaria de la Eurocámara.
Lejos de suponer un revés para ella, la jefa del Ejecutivo de la UE podría sacar rédito de esta demora, en un momento en el que su presión a las capitales para lograr una mayor cuota femenina en el Colegio de Comisarios es máxima.
Von der Leyen, que repite mandato, había solicitado por escrito a los Estados miembro que pusieran sobre la mesa los nombres de un hombre y una mujer para poder formar un grupo paritario, si bien solamente Bulgaria cumplió con dicha petición. Por su parte, los Gobiernos de España, Portugal, Suecia, Finlandia y Croacia respondieron a su llamada únicamente con candidaturas femeninas, a los que se unieron también a última hora Bélgica y Rumanía.
Por el momento, la representación femenina en la futura Comisión Europea incluye a nueve nominadas -contando con Kos, quien apunta a una cartera relacionada con la ampliación de la UE-, que se suman a la propia Von der Leyen y a la ex primera ministra estonia Kaja Kallas como jefa de la diplomacia comunitaria, frente a 16 hombres.
Sin embargo, estas cifras quedan bastante lejos de la práctica equidad lograda durante su primer mandato de 2019, que comenzó con 12 comisarias y 15 varones y que alcanzó el 13-14 tras una dimisión a mitad de legislatura.
Pese a ello, la dirigente germana confía en que su perseverancia acabe siendo garante de éxito. Y no sería de extrañar que termine acercándose a su objetivo, pues Von der Leyen lleva siendo años una política de armas tomar. No en vano se convirtió en la primera mujer en ocupar la Presidencia de la CE, haciendo frente a retos como el coronavirus o la guerra en Ucrania.
Ribera, ¿a competencia?
La mandataria trabaja contra reloj para tener a punto el reparto de responsabilidades, con áreas como la Economía, la Competencia, la Industria o la Defensa entre las más deseadas por los aspirantes.
Pese a que por el momento se desconoce la fórmula que elegirá la política germana, otorgar carteras de mayor peso a las candidatas podría ser una forma de compensar el desequilibrio de género, una vía de la que se podría beneficiar la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera.
La mayoría de voces la posicionan como posible comisaria de Energía y Clima debido a su experiencia como negociadora el año pasado durante la Presidencia de turno del Consejo de la UE. Pero un medio británico avanzó hace unos días que Von der Leyen podría estar considerando entregar a la socialista la poderosa cartera de Competencia, que durante una década ha dirigido la danesa Margrethe Vestager, quien tomó el testigo en 2014 del español Joaquín Almunia.
Ahora bien, otro diario alemán apuntó a que la ministra de Pedro Sánchez podría recibir una Vicepresidencia ejecutiva con las transiciones climática y digital, incluidos los aspectos sociales de ambas.
No obstante, la falta de información sobre la futura Comisión da pie a la especulación y muchos han decidido hacer sus propias quinielas. Entre otras cosas, se cree que las tareas más atractivas irán a parar a los candidatos del Partido Popular Europeo (PPE), la familia política de Von der Leyen.
Sea como fuere, una vez que la líder comunitaria haga pública su lista, la Eurocámara deberá examinar a los aspirantes en audiencias que pondrán a prueba sus conocimientos y prioridades en la legislatura y estudiarán su currículum y méritos para merecer el cargo, así como posibles incompatibilidades. No es un mero trámite y es frecuente que algún candidato no supere el examen y deba ser sustituido.
A continuación, el Parlamento Europeo tendrá que aprobar a la Comisión en su conjunto, tras haber respaldado ya en julio que la cristianodemócrata germana repita como presidenta.
Entonces, una vez hechos todos los deberes, el Ejecutivo de la UE deberá a echar a andar y el segundo mandato de Von der Leyen se estrenará previsiblemente el próximo 1 de diciembre.