San Vicente de Arévalo tiene una nueva imagen, una parte de su raíz que ahora es visible con la figura del escultor Francisco Gutiérrez Arribas en el tercer centenario de su nacimiento. Su escultura ya está en el pueblo, mirando a la que fue su casa, como resultado del trabajo de Emilio Velilla y con la contribución de 30.000 euros por parte de la Diputación para la escultura fundida en bronce que muestra al escultor con mazo y cincel.
Poder descubrir esta escultura fue un momento muy especial para los vecinos de la localidad que, como dijo su alcalde, José Antonio López, viven ahora el resultado de cuatro años de preparativos del centenario.
Para la ocasión, al alcalde y al escultor de la obra les acompañaron el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, y el presidente de la Diputación, Carlos García, además de diputados y alcaldes.
El escultor se convierte en arte en su tierraAnte ellos, el escultor destacó el trabajo de cuatro años intensos que ahora se reflejan en una escultura realizada con la técnica de la cera perdida en la que ha intentado captar el momento en que el escultor se retira para decidir por dónde continuar su obra. Para él ha sido una «gran responsabilidad» esculpir una obra sobre un escultor que fue uno de los más grandes de España en su tiempo.
Gonzalo Santonja habló de una «maravilla de escultura» y aseguró que «el futuro es nuestro si nos pegamos a estos ejemplos de esta tierra humilde. Nosotros nunca hemos presumido de nada. Las personas de Castilla, las personas de León, somos trabajadores, somos nobles. Estamos pegados a nuestra realidad y a nuestra gente, esos son nuestros valores. Esos valores están en esta escultura».
El presidente de la Diputación se refirió a un «reconocido homenaje a Francisco Gutiérrez en su tierra natal que vio honrada su memoria, la imagen de un «escultor al que a través del cincel, a través de sus manos, de sus principios y valores, le fue posible de hacer la fuente de Cibeles o algunas de las estatuas que están en la Puerta de Alcalá», aunque también puso como ejemplo la Capilla Real que está en el monasterio de San Pedro de Alcántara, en el municipio de Arenas de San Pedro, «porque es una verdadera joya de la escultura». Y es por eso que destacó la iniciativa del Ayuntamiento para tener ahora esta escultura y también las rotulaciones en las calles «porque no solamente creemos en la cultura, si queremos una sociedad rica y próspera, ninguna institución puede ponerse al margen del desarrollo y el progreso que pueda suponer la cultura. Invertir en cultura es invertir en futuro, invertir en desarrollo».