Emocionado, satisfecho, agradecido... Son muchas las emociones después de doce años y más de 350 partidos con la elástica del Real Ávila. «Llegué siendo un niño y lo dejo siendo un hombre». Se marcha Andrés Llorián, capitán delReal Ávila estos últimos años, «una auténtica institución» de un club al que se mantuvo fiel en sus peores momentos, aquellos en los que no dudó en mantener el escudo encarnado en el pecho cuando el equipo descendió a la Regional de Aficionados.Es fácil estar en los buenos momentos, pero no tanto en los malos.En ellos estuvo Llorián, que cuelga las botas –no le ha quedado más remedio– tras conseguir el ascenso a la Segunda RFEF en el año del Centenario. Un ascenso y categoría que siempre persiguió y que ahora 'disfrutará desde otro plano, el institucional.Porque se marcha como jugador y se presenta como nuevo Director de Relaciones Institucionales del Real Ávila, un club al que seguirá ligado.
Acompañado por Luis Perote, presidente del Consejo de Administración del Real Ávila y miembro de la propiedad, y PabloDomínguez, director de Operaciones, tomaba la palabra Andrés Llorián tras un verano en el que para muchos aficionados fue toda una sorpresa no encontrar el nombre de su 'capitán' entre las renovaciones del equipo de cara a esa Segunda RFEF 2024-25. No estaba entre los elegidos para seguir. «Me hubiera gustado que esto –por el ascenso– hubiera sido hace dos o tres años y que hubiera podido ser capitán en el terreno de juego», lamentó Luis Perote. Tras una temporada 2023-24 en la que ya había perdido protagonismo sobre el césped, quizás se entendía que había llegado el momento de quien reconocen como uno de los jugadores «más importantes del Real Ávila».Y es que tras los pasos de Luis Ortega de la Natividad y José Enríquez, Andrés Llorián –como apunta @DrPercheles a través de las redes sociales– es el tercer jugador con más partidos –363– en la historia del club.
Llegó alAdolfo Suárez en el verano de 2012, entonces entrenado por José Luis Diezma. «Cuando llegué al Real Ávila –procedente del Atlético de Madrid C– llevaba prácticamente dos años sin jugar. Mi objetivo era jugar 38 partidos y buscar retos mayores.Era lo que estaba entonces en mi cabeza». Eso fue hace 12 años. «Ahora no me echan de aquí ni con agua caliente» bromeaba tras prácticamente una vida deportiva de encarnado.
Echó mano al bolsillo, a un pequeño texto –el mismo que ha compartido en redes sociales con todos los aficionados– para guiarse en su despedida. «Después de 12 temporadas, las últimas 5 como capitán del equipo y con más de 350 partidos ha llegado el momento de separar nuestros caminos.Me hubiera gustado despedirme en el verde pero las circunstancias son las que son y no ha podido ser» comenzaba explicando. «Estuve en uno de los peores, si no el peor, momento, cuando lo más fácil era irse y buscar nuevos retos, pero decidí quedarme y apostar por el 'viejito'. Y después de mucho trabajo, sacrificio e incluso lágrimas, viví el mejor momento desde que llegué aquí, el tan ansiado ascenso en el año del Centenario» confesaba en una despedida en la que quiso recordar a sus compañeros, cuerpos técnicos, directivas, propiedades, trabajadores y trabajadoras del club, «el verdadero motor del Real Ávila», a la familia «por el esfuerzo que han hecho estos años»... Palabras «que me ha costado escribir pero que, creo, resumen lo que siento por este club y lo que me han hecho sentir la ciudad, la afición».
Asturiano, desde el inicio supo identificarse con la ciudad y con una afición que siempre le ha tenido un especial aprecio, especialmente desde aquel descenso a la Regional Aficionados que no hizo sino rubricar su compromiso con el Adolfo Suárez. «En ese momento era JuanRodríguez 'Juanito' el propietario. Cuando se confirmó el descenso ante La Bañeza me dijo que le gustaría que siguiera aquí. Tuve oportunidades para irme pero di mi palabra. No tenía contrato, no tenía sueldo, no tenía nada... Todos esos esfuerzos y sacrificios han dado como resultado una carrera muy satisfactoria de la que me llevó el cariño de la gente, que es lo más importante».
Ha llegado esta despedida en un momento inesperado –esperaba continuar– pero lo hace habiendo logrado el título de campeón de Tercera RFEF y el ascenso a Segunda Federación. «Quizás el año en el que menos creía la gente ha llegado. No puedo dejar alReal Ávila en mejor sitio».
Del césped a los 'despachos'. Se despide del césped, pero no se despide Andrés Llorián del Real Ávila. «Yo quería seguir vinculado al Real Ávila.Me hubiera gustado que hubiera sido dentro del campo pero no ha podido ser». Lo hará desde otro ámbito, el institucional. «Aquí estoy para ayudar al club en lo que pueda».Será desde la labor de Director de Relaciones Institucionales del Real Ávila. «No ha sido ninguna ocurrencia ni algo de ayer para hoy» quiso dejar claro Luis Perote, presidente del Consejo de Administración y propietario del club.
Entienden desde el club que ante el cambio de categoría «necesitábamos una persona que se dedicase a tener relación con el resto de clubes y entidades deportivas tanto de nuestro grupo como de otros, con federaciones, con instituciones, que viajará con el equipo, que recibiera a las directivas de otros clubes...Hay muchas cosas que se pueden hacer y resultan más fácil con una persona desde Ávila reconocida» explicaba Luis Perote ante un nuevo puesto al que habrá que ir dotando de contenido. «Nos puede echar una mano» apuntó en su caso PabloDomínguez, director de Operaciones del Real Ávila. «Es una institución del Real Ávila».
Un club que tiene previsto aprovechar el primer partido de temporada en casa –ante el UPLangreo, en la segunda jornada– para realizar un homenaje al jugador ante su afición.