En las manos de Carlos Pascual reposa el brazalete de capitán del Real Ávila, en su currículo particular suma ya 150 partidos con la elástica encarnada y en el corazón ha sabido dar forma a un sentimiento de pertenencia y orgullo por su club con los que salta al campo cada fin de semana y que le han convertido, desde hace tiempo, en insustituible y uno de los jugadores más queridos por la afición, que le ven y le sienten como uno de los suyos. «Sólo tengo 25 años» se ríe ante este particular reconocimiento. «Cuando hablas de que has sumado 150 partidos parece que tienes muchos más años, aunque es verdad que llevo aquí mucho tiempo». Y lo que le queda. «Espero cumplir muchos más».  

En el Real Ávila lleva 'toda' la vida. En el club encarnado comenzó como alevín. Y como juvenil comenzó a entrenar con el primer equipo hasta que José Manuel Jimeno le daba oportunidad de debutar en el Adolfo Suárez ante el Atlético Tordesillas un 7 de enero de 2017. Con el partido asegurado (2-0) saltaba en el minuto 92 un joven central, Carlos Pascual, un juvenil de 17 años entraba en el campo en sustitución de Marrero. Tres jornadas después, en La Arboleda y ante el Almazán, vivía su primer partido como titular. Probó suerte en el Rayo Vallecano, pero «como en casa, en ningún sitio».

No es baladí sumar 150 partidos con una misma camiseta y mucho menos hacerlo en el club de tu vida. «Para un chaval que sale de la cantera, que desde que era niño ha venido al Adolfo Suárez a ver partidos del primer equipo y que ha sido recogepelotas, poder conseguir 150 partidos con el club de tu ciudad es para estar contento». Y los cumple con el brazalete de capitán. «Llevar el brazalete de capitán es un orgullo. Es lo que tiene estar aquí después de todos estos años». Porque la retirada de Llorián de los terrenos de juego o la marcha de Tena por motivos laborales, con quienes recuerda compartió el brazalete el día del ascenso, le han convertido, a sus 25 años, en el veterano del equipo.

En este fútbol 'moderno' que tiende a perder sus raíces, el Real Ávila tiene a Carlos Pascual. «La cantera es importante para un club.Es verdad que cada ciudad, cada club tienen sus características pero en estos años junto al equipo juvenil se lo digo a los chicos: están a un paso del primer equipo. Hace unos años yo era como ellos. Entré en dinámica con el primer equipo, tuve una oportunidad...» y la aprovechó. Ahora es el capitán y una referencia.