El triduo de Jesús de la Salud, organizado por la Hermandad de la Esperanza, es mucho más que actos religiosos, aunque no faltan, sino que también es un ejemplo de la labor social que se puede hacer a través de la Iglesia. Y así de percibió este domingo con dos momentos muy específicos, la entrega del título de bracero de honor y la organización de un cocido solidario.

En el primer caso, el reconocimiento se realizó tras finalizar la eucaristía que cierra el triduo, presidida por el párroco de San Juan Bautista, Óscar Robledo. Fue el momento en el que los braceros del paso de Jesús de la Salud, que saldrá en procesión el próximo Lunes Santo, entregaron el honor a Faema de ser un bracero muy especial. Esta elección se debe, como se dijo en el acto, a que es una entidad con «solidaridad, compromiso y excelencia» y en respuesta al trabajo y dedicación que realizan y que «marca diferencias en la vida de personas con enfermedad mental».

Querían reconocer «su compromiso para mejorar la calidad de vida y los derechos» de estas personas, lo que es «admirable y digno de reconocimiento», como también sucede con toda su labor para la eliminación de estigmas y la promoción de la autonomía. Esto hace que Faema se haya convertido en «un referente para la sociedad abulense y para sus instituciones» como ejemplo de promoción laboral, formación, apoyo familiar o igualdad de oportunidades y su labor en asistencia social o en el servicio de viviendas. Tras escuchar los motivos, los representantes de Faema pudieron recoger el reconocimiento antes de pasar al besapiés a la imagen de Jesús de la Salud que estaba junto al altar.