Luciendo camisetas que les identificaban como 100% Revolucionarios, los cocineros que inspirados por Ferran Adrià rompieron todas las normas de la gastronomía hace tres décadas se reunieron de nuevo esta semana en el escenario central de la feria Madrid Fusión, para recibir el homenaje de decenas de chefs herederos de la explosión de creatividad que protagonizaron en los años 90.
Bajo el lema 30 años desde que asombraron al mundo, unos 80 profesionales de los fogones, nacionales e internacionales, todos ellos pioneros e impulsores del gran despegue de la cocina española que supuso elBulli, protagonizaron una foto para la historia gracias a este tributo en la capital.
El objetivo era recordar el espíritu rompedor y la revolución que impulsaron en el restaurante de Cala Montjoi, en Gerona, los hermanos Adrià y su «libertad creativa, voluntad de cambio, rebeldía, atrevimiento por cambiar las reglas y generosidad», subrayó el presidente de Madrid Fusión, José Carlos Capell.
También se trata, explicó, de narrar lo ocurrido en aquellos años y la influencia que tuvo a la postre en la cocina española y en el mundo, con la publicación de un libro que incluirá todas las ponencias y recuerdos compartidos durante la feria gastronómica.
Así, por el escenario de Madrid Fusión fueron pasando todos los grandes, entre ellos Andoni Luis Aduriz, del restaurante Mugaritz, de Errenteria (Guipúzcoa), quien trabajó con Adrià y que señaló que su propia cocina es «consecuencia de aquel espíritu y de aquel ambiente».
«La creatividad que se desplegó en ese ambiente, luego se difundió por todas partes; las limitaciones eran solo las que imponía tu falta de imaginación», aseguró.
Una opinión que comparte Quique Dacosta, del restaurante Quique Dacosta en Denia: «En aquellos años activamos y zarandeamos lo establecido. Había mucho corsé y lo rompimos». Hoy, prosiguió, «hasta en las cocinas más clásicas y tradicionales, se ha evolucionado a partir de los que revolucionamos».
También Joan Roca, del Celler de Can Roca, reconoció que elBulli le cambió: «eran una especie de grupo de hippies rompiendo normas y con ganas de cambiarlo todo, apasionados, valientes y seguramente también inconscientes, con un ADN inconformista».
En el evento también participó la gran dama de los fogones patrios, Carme Ruscalleda, la única mujer que se unió a la revolución desde su restaurante Sant Pau, de Sant Pol de Mar (Barcelona), quien celebró que se vaya a «hacer memoria de lo que ocurrió: que estalló un cohete desde elBulli que nos iluminó a todos».
El faro de la revolución
No podía faltar en esta cita tan especial Ferran Adrià, a quien este grupo de chefs coetáneos suyos consideran «el faro» de la revolución. Emocionado por el cariño de sus compañeros, afirmó que la génesis de todo se fraguó en su restaurante y con su hermano Albert, «pero si los demás no nos hubieran acompañado, esto no habría ido a ninguna parte».
En su opinión, «lo mejor de aquella época es que fue muy naif, lo bonito es que no éramos conscientes de lo que estábamos haciendo».
Eso y que las ganas y el trabajo se basaban en «grandes valores como el respeto, la honestidad, el interés por compartir» de todos los cocineros que siguieron el camino marcado desde su local de Roses.
Adrià y todos los 100% Revolucionarios estuvieron arropados por chefs internacionales que, o bien pasaron por las cocinas de elBulli, o se vieron influenciados por su filosofía y modo de ver la gastronomía.