Poyales del Hoyo tiene un término municipal pequeño, minúsculo, de poco más de tres kilómetros cuadrados. Tan pequeño que termina donde acaba el recinto urbano. Es más, muchos se refieren a este municipio como la 'andorrilla avilesa'. Es de hecho uno de los pueblos más pequeños de España y así ocurre desde que a principios del siglo XVIII se le otorgara el título de villazgo (siendo el primer pueblo en independizarse de Arenas de San Pedro), sin que sin embargo se le otorgara jurisdicción. Desde entonces los vecinos llevan peleando por unos terrenos situados al oeste de este pueblo de 8.700 hectáreas que históricamente se disputaron los duques del Infantado y los Condes de Zúñiga, dueños del condado de Candeleda, pero que nunca se atribuyeron a nadie, siendo aprovechados por las gentes de Candeleda, Arenas y Poyales del Hoyo. Se trata del Proindiviso de Arenas y Candeleda, una propiedad comunal cuya jurisdicción reivindica desde hace siglos Poyales del Hoyo teniendo en cuenta, como apunta Luis Suárez Machota, abogado del Ayuntamiento y propietario, que las fincas particulares «han pertenecido consuetudinariamente a sus vecinos y que sobre ellas ejercían su actividad productiva agrícola y ganadera». En concreto, los vecinos de Poyales reivindican la jurisdicción de la parte de estas tierras que se encuentra entre los ríos Arbillas y Río Muelas, de cuyos caminos y canales de riego se han ocupado, además, desde siempre los vecinos de este municipio. Pese a eso, los propietarios de estas fincas pagaban el IBI al Proindiviso Are-Can, repartiéndose lo ingresado los ayuntamientos de Arenas y Candeleda.
Tras muchos años de litigio e infinidad de sentencias y resoluciones, y cuando parecía que este asunto había llegado a punto muerto, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dado impulso nuevamente a lo que es una reivindicación histórica del Ayuntamiento de Poyales del Hoyo. Lo ha hecho con un fallo, ante el que cabe recurso de casación, que obliga al Ministerio de Hacienda a tramitar el recurso interpuesto por este Consistorio contra la resolución que en 2011 adoptó el Catastro y en la que se repartieron las 8.800 hectáreas de lo que hasta entonces era un proindiviso entre Arenas y Candeleda. Una resolución que se adoptó, como lamenta Suárez Machota, sin «dar audiencia» ni a Poyales ni a los propietarios de este pueblo. Y aunque tras enterarse de la misma el Ayuntamiento de Poyales presentó un recurso de nulidad el Ministerio de Hacienda dictó una resolución en la que denegaba esa petición por entender que este consistorio no estaba legitimado al no tener fincas en el proindiviso.
Sin embargo esta negativa no frenó las pretensiones de Poyales del Hoyo que recurrió en el Tribunal Supremo de Madrid la resolución del Catastro. Después de cuatro años este Tribunal ha dado parcialmente la razón a este consistorio al considerar que «Poyales está legitimado» en este proceso, obligando al Ministerio de Hacienda a pronunciarse sobre la resolución que en su día dictó el Catastro de Ávila en la que se deslindaban estas tierras y repartían entre los ayuntamientos de Candeleda y Arenas de San Pedro.
El alcalde de Poyales del Hoyo, Juan Carlos Rodríguez Moreno, espera que ésta sea la «ocasión» para que se les «reconozca que su término municipal, el más pequeño de la provincia, se extienda a todo o parte del proindiviso ya que es imprescindible para la vida de su pueblo al ser la administración más cercana y la más interesada en los servicios públicos de este territorio» pues esto, asegura el regidor, «afecta a la vida municipal, a la viabilidad del ayuntamiento y a la supervivencia como municipio».
Es más, tras este fallo del Tribunal Supremo de Madrid, el alcalde de Poyales «mantiene la confianza» en que el Ministerio de Hacienda anule la resolución adoptada en 2011 por el Catastro de Ávila y el proindiviso «vuelva a su existencia administrativa».
El fallo del Tribunal Supremo de Madrid ordena al Ministerio de Hacienda que resuelva el recurso presentado en su día por el Ayuntamiento de Poyales «entrando en el fondo del asunto, que es si el expediente del Catastro se tramitó correctamente». Con este fallo vuelve a la palestra la histórica reivindicación de Poyales que durante los últimos años había estado «dormida», asegura Suárez Machota.
movimiento popular. Para exigir la extensión de su jurisdicción sobre las tierras de alrededor, que no de la propiedad, los vecinos de Poyales del Hoyo crearon en su día la Asociación Cultural Jurisdicción El Moral que «reivindica la jurisdicción sobre este territorio colindante del denominado proindiviso y que a finales de la dictadura de Primo de Rivera administraban conjuntamente Arenas y Candeleda» sin que, asegura Suárez Machota, «prestaran servicio alguno, ya que todos los servicios comunales, tales como caminos, sistema de regadío, vigilancia y lucha contra incendios, han sido prestados consuetudinariamente por los vecinos de Poyales del Hoyo, a quienes por otra parte pertenecen las tierras y las aguas de los ríos y arroyos de esta estribación sur de la Sierra de Gredos».