Casi un millón de euros, para ser más exactos 950.000 euros. Este es, a grandes rasgos, el resultado de la subasta de lotes de caza correspondientes a la temporada 2025-2026 de la Asociación de Propietarios de la Reserva de Caza de Gredos, un concurrido acto anual celebrado en la Casa de la Reserva de San Juan de Credos, en Navacepeda de Tormes, que mantuvo la línea ascendente de años anteriores, confirmando las buenas previsiones iniciales. En concreto la cantidad fue un 29% superior a la del año pasado, un nuevo récord para una subasta que volvió a contar con la presencia del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, además de con el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, y la presidenta de la asociación, María Ángeles Prieto.
Una jornada festiva en torno a la conservación del medio ambiente, la caza sostenible y la vida rural que tuvo el eje central en una subasta en la que salieron a la palestra 101 lotes, 85 de machos monteses, 10 de venados y 6 de corzos.
El consejero de Medio Ambiente tomó la palabra para defender a las reservas regionales de caza como «un modelo de gestión que permite obtener recursos del aprovechamiento cinegético y conservar adecuadamente las especies silvestres», al generar una «ecuación directa entre conservación y caza en contra de lo que consideran muchos agoreros que están en contra de la caza». En su opinión la Reserva de Gredos es «un ejemplo» para la conservación y la «lucha contra la despoblación» y deja una «ecuación en la que todo es ganador, ganan los pueblos, las especies, el medio natural, la actividad social y económica y la imagen de una Castilla y León en la que se unen lo público y lo privado», con la Junta estando «en el territorio», destacó.
Sobre la subasta, Suárez-Quiñones habló de un «acto anual relevante» en el que «comparecen representantes y cazadores nacionales e internacionales, muchos procedentes de Estados Unidos y del norte de Europa, que vienen a cazar, hacen las pujas y se obtienen unos rendimientos» de los que «una parte van a un fondo de mejora de la reserva, con el que se hacen caminos y mejoras de las infraestructuras, y otra parte va a los propietarios privados y públicos», entre ellos los ayuntamientos que «ingresan unos recursos para mejorar los servicios públicos del pueblo».
Se busca, añadió, obtener «unos rendimientos de las especies, especialmente de la cabra montés, que es la especie más mítica y característica de este territorio» y la cual tiene aquí «su mejor exponente», porque es la de «mayor calidad de toda España», valoró.
El consejero apuntó que «está demostrado que en las diez reservas regionales que administra la Junta es donde más especies silvestres hay y es donde más se caza», por lo que «hay una ecuación directa entre conservación y caza». «Estamos hablando de una reserva de caza de más de 30.000 hectáreas, que además está inmersa dentro del territorio del Parque Regional de la Sierra de Gredos», recordó, para añadir que aquí la Junta «es generosa» porque cuenta con «casi 10.000 hectáreas» cuyos aprovechamientos «cede para que sean subastados en favor del fondo de mejora» .
La presidenta de la Asociación de Propietarios de la Reserva habló de una subasta con buenas perspectivas y destacó especialmente el «ambiente y la vida que trae la caza». Así, señaló que «el fin» del colectivo pasa por «mantener la reserva en el tiempo, y para eso solo hay una manera, que la caza sea sostenible».
María Ángeles Prieto realizó una defensa cerrada de la caza , que «está nuestro ADN y es una cuestión necesaria por seguridad», al considerar que «todo lo que no sea controlado en el territorio va en contra de los pueblos, de la sanidad animal y de la seguridad vial», de ahí la importancia de una «gestión sostenible de la fauna salvaje, no solo de la cabra, también del lobo».
El presidente de la Diputación también tomó la palabra para hablar de la subasta como «el mejor exponente de que esos recursos endógenos afectan de manera positiva a la provincia a través del turismo y de la caza» y el «mejor ejemplo para la creación de empleo y la fijación de población». Carlos García llamó a valorar la caza por su impacto para la sostenibilidad y la mejora de los servicios básicos para los habitantes de los 28 municipios de la reserva. En este marco, aseguró que «no valen políticas vacías que no destinan recursos» al medio rural.