Esl domingo 12 de noviembre se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, la jornada que la Iglesia presenta como una oportunidad para agradecer la labor que desarrolla en las más de 22.000 parroquias que tiene repartidas por España.
De ellas, 266 se encuentran en la diócesis abulense.Atendidas por 139 sacerdotes diocesanos, éstas hacen suyo este año el lema del día, 'Orgullosos de nuestra fe'. Y desde ellas se gestiona en buena medida la labor pastoral y asistencial que se lleva a cabo en Ávila.
Así por ejemplo, el año pasado, fueron 5.653 las personas vulnerables atendidas por la diócesis. Esto supone un incremento de algo más del 20 por ciento respecto a las 4.700 personas atendidas en 2021.
Auxi Rueda, responsable de Comunicación del Obispado de Ávila, era la responsable este viernes de desglosar las cifras que habitualmente comparte la Iglesia coincidiendo con la celebración delDía de la Iglesia Diocesana, y que hablan también de un incremento en las aportaciones realizadas por los fieles de un 22 por ciento en 2022 respecto al año anterior. Así, el año pasado los fieles abulenses aportaron algo más de 1,9 millones de euros, sobre todo, a través de las colectas realizadas en los templos. «Son 341.000 euros más que el año anterior», recalcaba Rueda, que explicaba esta subida con la «normalización» conseguida tras la pandemia y en el hecho de que pudieran retomarse con normalidad las celebraciones. «Pero, también», puntuializaba, «gracias al sentimiento generalizado de ayudar.
«Y también han aumentado los ingresos por patrimonio en un 50 por ciento», se refería la periodista, en este caso, a los ingresos provenientes de las entradas de los monumentos que gestiona la Iglesia, «también por la normalización de las visitas turísticas».
Las cifras hablan de unos ingresos de algo más de 563.000 euros en estas visitas, si bien Rueda quiso aclarar que el gasto que supone mantener abiertos estos monumentos (luz, gas, sueldos) supera el millón de euros. Es decir, «lo que se recibe de las entradas no es ni la mitad de lo que implica su mantenimiento», apostillaba la portavoz del Obispado que se refería también a un dato más global: el de los ingresos totales de la diócesis.
Estos fueron el año pasado de seis millones de euros, un 15 por ciento más que el año anterior. Una subida que contrasta con el descenso en un 3 por ciento de los gastos (5,2 millones de euros).
«Es una cuenta de resultados que se ha normalizado como antes de la pandemia», comenzaba a valorar estas cifras. E iba más allá al recalcar que más que hablar de superávit, debe hacerse de «capacidad de financiación» para 2023.
obispo de Ávila. En la rueda de prensa de presentación delDía de la Iglesia Diocesana se encontraba también el obispo de Ávila, JesúsRico, que mostraba su satisfacción con el lema elegido para la campaña de este año, 'Orgullosos de nuestra fe'.Sobre todo, decía, en «una sociedad tan fragmentada, uno de los signos que puede hacer la Iglesia es dar testimonio de esta unidad, de esa comunión».
«Los informes dicen que hay cuatro millones de personas atendidas por la Iglesia en España, por sus 22.000 parroquias», apuntaba el prelado, que se mostraba orgulloso del «especial servicio» que la Iglesia hace a la sociedad.«Detrás de cada institución hay personas concretas», decía, y quería aprovechar para agradecer la labor llevada a cabo por todos ellos, laicos y seglares.
Hacía referencia tambiénDon Jesús a la labor pastoral que llevan a cabo los 166 sacerdotes diocesanos con los que cuenta Ávila. Muchos de ellos, recalcaba, se encargan de ocho o nueve parroquias, lo que supone un gran esfuerzo.«La distribución que se ha hecho de las parroquias hace que la atención pastoral sea la mejor posible», decía el obispo, que hablaba de los cinco seminaristas que a día de hoy se forman en Ávila para reforzar en un futuro a los sacerdotes y que hababla también de cómo la diócesis ya trabaja formando a laicos para que, en un futuro no muy lejano, puedan ser ellos los que atiendan las necesidades pastorales en algunos puntos de la provincia.
«Es gente bien preparada, con una profunda experiencia de fe», les describía. Hombres y mujeres que podrían celebrar la palabra o llevar la comunión a los enfermos. «Serían auténticos agentes de pastoral».
Por su parte, la Hermana María, religiosa de las Hermanas Carmelitas de la Sagrada Familia, hablaba de la campaña con la que la Iglesia quiere dar a conocer este año a nivel nacional su labor.
Su rostro aparece en los carteles que pueden verse en toda España. Y es ella también parte de los protagonistas del anuncio que también se visualiza en las cadenas de televisión.
«El vídeo refleja bien el deseo del bautizado: el deseo de vivir con orgullo nuestra fe», se refería a un pequeño corto en el que tres jóvenes ocultan en un primer momento aquellos signos que les identifican como católicos (una pequeña figura de una Virgen, una cruz al cuello y una estampa guardada con cariño en la funda de un móvil) para, después, mostrarlos con orgullo al darse cuenta de la labor que cada día realiza la Iglesia. En el caso de la Hermana María, esa labor pasa en el anuncio por enseñar a escribir a un niño.
«El vídeo refleja bien la dificultad que existe a veces para expresar la fe», continuaba hablando la joven religiosa, activa en la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado-
«Y el lema a todos nos despierta esa inquietud: de qué manera, con qué gesto sencillo puedo expresar mi fe en Jesús. Por eso me parece muy acertado, es un orgullo sano. Ojalá que sintamos la llamada a no escondernos», se despedía.