Desde que se celebraron las últimas elecciones municipales la situación del Ayuntamiento de El Tiemblo se ha convertido en un cambio continuo, como un libro al que siempre le queda un capítulo más. En este caso es el paso de uno de los dos concejales de Vox, Luis Miguel Zacarías, a ser concejal no adscrito y el anuncio de que pasará a ser segundo teniente de alcalde, reforzando así al equipo de gobierno de Por Ávila que actualmente contaba con dos representantes (el alcalde y un concejal). Esta situación no hacía fácil la gobernabilidad teniendo en cuenta que este Ayuntamiento tiene once concejales. Ahora la situación sigue siendo de minoría pero parece que coge algo de respiro.
Tras celebrarse las últimas elecciones, el Ayuntamiento de El Tiemblo quedó compuesto por tres concejales de Por Ávila, tres de Nuestra Tierra, dos del Partido Popular, dos de Vox y un representante del PSOE. Ahí se abrieron las negociaciones para formar gobierno que, por lo que trascendió, se fueron complicando con el paso de los días. Finalmente fue Arturo Varas (de Por Ávila) quien se hizo con la Alcaldía gracias a un acuerdo con el PSOE.
Sin embargo, la situación no quedó ahí y una concejala de Por Ávila, que denunció «coacciones», pasó a ser no adscrita. Una primera piedra para el equipo de gobierno que después se enfrentaría a otra con la ruptura del acuerdo por parte del PSOE. Ahí quedaban dos representantes de Por Ávila frente a nueve miembros de la oposición, lo que se ha ido manteniendo.
Sin embargo, la situación acaba de dar una nueva vuelta de tuerca cuando en el último Pleno, muy tenso, se materializó la marcha de un concejal de Vox al grupo no adscrito y se anunció que pasará a ser segundo teniente de alcalde.
Esto sucedió en una sesión en la que el tema central era una votación para declarar de urgencia un cambio para consignar el Plan Extraordinario de Inversiones para dotar a la residencia de un segundo ascensor y una rampa, y que no salió adelante. Esto sucedía ante un público visiblemente enfadado, lo que complicó el discurrir de la sesión.
Pero como parte de este Pleno también estaba ese cambio en el concejal de Vox que tomó la palabra para explicar que es una decisión que tomó hace tiempo porque había una serie de «líneas rojas» que no estaba dispuesto a pasar. Entre ellas estaban que quería mantener en primer lugar el interés de los tembleños, el propio tema del ascensor de la residencia y lo que calificó como falta de trasparencia en reuniones mantenidas entre Partido Popular, Vox y Nuestra Tierra. Habló de acceder a alguna concejalía «sin sueldo alguno» y con la intención de que su «trabajo sea beneficioso para los tembleños». También reconoció que llevar el Ayuntamiento tres personas «es muy difícil» pero añadió que le «gustan los retos».
Así se cerraba, ante las críticas de la otra concejala no adscrita, Belinda García, porque señaló que en su día a ella no la dejaron explicarse cuando decidió su cambio, este nuevo capítulo de la gobernabilidad de El Tiemblo que parece que puede tener historia por delante.
Por el momento, el equipo de gobierno queda con tres representantes, dos de Por Ávila y el no adscrito, mientras que en la oposición están tres concejales de Nuestra Tierra, dos de Por Ávila, uno de Vox y uno del PSOE.
visión de vox. Ante toda esta situación, el Comité Ejecutivo Provincial de Vox hizo una serie de aclaraciones donde indica que el 17 de julio de este año se incoó expediente disciplinario por parte del Comité de Garantías de Vox nacional y el 2 de agosto «se dictó resolución por el citado comité que, tras examinar las pruebas aportadas, por unanimidad acordó imponer» a Luis Miguel Zacarías «la sanción muy grave contemplada en el artículo 37.3.c) de los estatutos consistente en la expulsión del partido». Por eso, señalan, Vox ha solicitado que entregue el acta de concejal «pero ha preferido ser teniente de alcalde, cargo prometido por el alcalde de El Tiemblo, comprando apoyos y voluntades asociándose a un expulsado por infringir varios artículos y apartados de los estatutos, debido a sus faltas de decoro y por hacer pública documentación interna del partido».