Si el derbi fue un espaldarazo para el Real Ávila en sus pretensiones por conseguir el  campeonato y ascenso directo a Segunda RFEF, el duelo en el Sancti Spíritu dejó un claro damnificado sobre el césped, el Colegios Diocesanos.Más allá de lo abultado del marcador y la propia derrota, fueron las sensaciones que los chicos de IvánLastras volvieron a trasladar sobre el césped. Otra vez. Quizá por ello el técnico colegial, siempre sincero, volvió a mostrarse realista ante la imagen que habían ofrecido los suyos. «Cuando creo que tengo culpa lo admito.Hoy –por el sábado– sinceramente creo que errores puntuales y falta de contundencia defensiva nos han penalizado.Los jugadores tienen que hacer autocrítica y saber que éste no es el camino.Si queremos quedarnos en la categoría tendremos que hacer mucho más».No es la primera ocasión en la que al técnico abulense se le ve cabizbajo, que quizás no llegue a entender el bajón anímico y personal de los suyos cuando lo tenían todo a su favor.Porque las victorias consecutivas ante La Virgen del Camino y el Mirandés B les pusieron en el camino de la permanencia. Ahora ese camino se han enredado.Y mucho.

Más allá de la condición de líder con la que el Real Ávila se presentaba en el Sancti Spíritu y que hacía entrever un posible triunfo de los encarnados como el resultado más factible en las quinielas de los pronósticos, la realidad es que los colegiales apenas plantearon batalla. Y no es la primera ocasión en la que les ocurre. Se puede tener más o menos gol, más o menos técnica, más o menos calidad... Se pueden tener o no tener muchas cosas, pero un equipo que se juega la permanencia nunca puede echar en falta el carácter, la personalidad y la intensidad propia de quien se está jugando la vida. Si las faltas y las tarjetas fuera un baremo, lo dejan claro. Una tarjeta amarilla se llevó Josito. Cinco vieron los jugadores del Real Ávila, mucho más contundentes, agresivos en las acciones e intensos ante un rival que terminó bajando los brazos y dejándose llevar.

Toca pasar página y hacerlo rápido confiando en que los colegiales sepan levantarse ante lo que se juegan.Porque, como señalaba IvánLastras, aunque el derbi hacía ilusión, «nuestra liga es la semana que viene». El Colegios Diocesanos se verá las caras con el Villaralbo en Los Barreros. Los zamoranos, a dos puntos de distancia, marcan la permanencia. Es un partido a 'vida o muerte', que nadie se engañe. Aunque la calculadora diga que aún quedan puntos, de perder los colegiales estarían prácticamente descendidos. De ganar sería una 'vida extra', pero nada definitivo.Porque el calendario que les espera es, sencillamente, de pesadilla.

Villaralbo fuera, Salamanca UDS en casa, Almazán en La Arboleda y Júpiter Leonesa B en el Sancti Spíritu es el calendario de los colegiales. Es mucho más amable para el Villaralbo. Tras enfrentarse al Diocesanos, el equipo zamorano cerrará el curso ante la Ponferradina B, UD Santa Marta en casa y La Virgen del Camino a domicilio.