El último Pleno de El Tiemblo, de quince minutos y con un receso para calmar los ánimos, se llevó a cabo ante numeroso público que decidió asistir a una sesión visiblemente tensa y que terminó de forma abrupta con la marcha de concejales y el cierre de la sesión, después de que se pidiera silencio en varias ocasiones a los asistentes y se hablara de desalojar.
En el Pleno se discutía declarar la urgencia para modificar el destino del Plan Extraordinario de Inversiones (con cargo a una subvención de 103.337 euros concedida por la Diputación de Ávila) y que se dedicara a llevar a cabo la construcción de un segundo ascensor y de una rampa de acceso en la residencia San Antonio de Padua de la localidad que, según informan desde el equipo de gobierno tembleño, es algo que reclaman más de 1.200 vecinos del municipio a través de una recogida de firmas.
Se trató en una sesión extraordinaria a la que asistieron siete de los once concejales, faltando los portavoces de Nuestra Tierra (y un segundo concejal de este partido) Partido Popular y Vox. En ella, el alcalde, Arturo Varas, habló de la «voluntad popular» trasladada al respecto a la Alcaldía sobre este tema aunque, finalmente, no logró los apoyos necesarios con tres votos a favor, los de los dos representantes de Por Ávila y el no adscrito Luis Miguel Zacarías (antes en Vox), mientras que votaron en contra los otros cuatro concejales presentes.
A partir de ahí la situación se fue complicando con el público, al parecer no conforme, pidiendo el alcalde varias veces silencio e incluso amenazando con desalojar. Más adelante habló de hacer un receso de unos minutos para calmarse (desde el público se dijo que se iban a calentar más) y, aunque la sesión siguió, finalmente se hizo el receso. Tras el mismo, los ánimos no habían mejorado y finalmente varios concejales se levantaron del Pleno, lo que llevaría a cerrar abruptamente la sesión.
Sobre la situación, Vox habla de que el alcalde convocó un pleno extraordinario «cuando conocía que varios concejales estaban de vacaciones» e insistió en que «el alcalde, un concejal que le queda a Por Ávila y el expulsado de Vox» son tres concejales que «intentan poner a una parte de la población en contra de las mayorías establecidas en el Consistorio, una actitud antidemocrática privando de la posibilidad de réplica tanto a nuestra portavoz Noelia Carretero, como al resto de los concejales ausentes, representantes todos ellos de un importante número de ciudadanos del municipio tembleño».
Respecto a la residencia, señalan que ellos no se niegan «a todo lo que sean mejoras para nuestros mayores, pero no incumpliendo contratos y sin coherencia». En su opinión, la residencia lo que necesita prioritariamente es una rampa «porque eso sí evitaría graves peligros para nuestros mayores, puesto que si, por ejemplo, hay un incendio no hay forma de evacuarlos y ante una avería eléctrica, por muchos ascensores o muy nuevos que sean, surgiría el mismo problema».