El 'panico' siembra Cebreros en un divertido Halloween

M.M.G.
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La Asociación de Peñas organiza un año más y con la participación de unas 40 personas un escalofriante pasaje del terror

El ‘panico’ siembra Cebreros en un divertido Halloween

Una calle oscura y (en apariencia) vacía. El silencio sólo roto por el dramático sonido de unas cadenas que se arrastran. Humedad en el suelo. El ambiente es, sin duda, escalofriante. Y lo es aún más cuando tres zombies salen al paso del caminante, que encuentra entonces un gran charco de sangre en el suelo y se topa con un grupo de siniestros payasos y una novia cadáver.

Pero que nadie se asuste. Esta escena que les describimos es real sólo en la medida en la que los miembros de la Asociación de Peñas de Cebreros la han recreado para celebrar la festividad de Halloween. Afortunadamente, esos monstruos (pese a su realismo) no eran de verdad. Y lo único que pretendían era hacer pasar un buen rato a aquellos que el día 28 disfrutaron del pasaje del terror creado por las 40 personas implicadas en la iniciativa y que estuvo en funcionamiento durante cinco horas de manera ininterrumpida.

El pasaje arrancaba en la calle Numancia de Cebreros, ambientada a la perfección para la ocasión. Y después del recorrido al aire libre, la diversión, sólo apta para valientes, continuaba en una antigua casa de la calle Numancia. Una casa que podríamos bautizar como 'de los horrores', comenzando en la misma entrada, después de introducirse en la gigante boca de un payaso.

Allí, un enmascarado daba la bienvenida a la vivienda a los valientes que se atrevieron a cruzar sus puertas. «Bienvenidos a la casa. Bienvenidos a la otra pandemia», decía con una voz tan lúgubre como su  imagen y como el aspecto de todas y cada una de las habitaciones de la vivienda.

«No os arriméis a nadie para que no os contagie», alertaba también el 'anfitrión' de la casa a sus visitantes, que durante su estancia en la misma encontraron a un terrible carnicero, a una monja poseída o a espantapájaros zombies, entre otros seres espeluznantes.

«Es la casa donde los sueños terroríficos se hacen realidad», seguía asustando el guía del pasaje del terror, que explicaba también cómo dependía de cada uno de los visitantes el que su visita a la casa fuera un juego o una macabra realidad.

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