Rafa Rollón invita al cine a dialogar con la pintura

D. Casillas
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El artista plástico abulense celebra en la ciudad de Gijón, en paralelo con su Festival Internacional de Cine, una exposición cuyas obras se inspiran en el séptimo arte para descubrir en él nuevos significados

Rafa Rollón invita al cine a dialogar con la pintura

Rafa Rollón, pintor abulense que formó parte de aquel grupo que bajo el nombre de 'Tendencias 12' resumió lo mejor del arte plástico abulense de finales del siglo XX y principios del XXI, celebra en la localidad de Gijón, donde lleva residiendo varios años, una exposición en la que, como hiciese en la que celebró en 2022 en Madrid, vuelve a mirar al mundo del cine como motivo de inspiración principal.

'OTARTER' –que no es otra cosa que poner la palabra retrato al revés– es el título de esta muestra, que acoge la galería Bea Villamarín hasta el 9 de diciembre, cuya intención principal «es hacer visibles códigos ocultos de las imágenes cinematográficas, al representar instantes de películas manipulados e interferenciados, que buscan un juego entrópico de equilibrio en la propia imagen».

En estas obras, varias de ellas de grandes dimensiones (1,95 x 1,60 ó 1,80 x 1,30 centímetros), Rafa Rollón explica que plasma su interés «por establecer un diálogo entre dos formas de expresión artística, la pintura y el cine, tomando secuencias y uniéndolas», jugando con la idea de que «el cine administra de alguna manera la vida social de la gente, que sus imágenes nos dirigen en ciertos aspectos, y quería pasar eso a la pintura».

Pero lo que hace al apostar por ese trasvase, añadió, no es solamente reproducir una imagen más o menos conocida, sino que, en su apuesta por ir más allá, «al aislar un fotograma y hacerlo pintura cambia su sentido y lo multiplica», abriendo un nuevo abanico de sensaciones en las que «también busco, porque me interesa hacerlo, que el espectador se implique en su interpretación».

Pero no es solamente el cine el referente de esta exposición, por mucho que sea el principal –por ese motivo se hizo coincidir la exposición con la celebración del Festival de Cine de Gijón, que se celebrará entre los días 17 y 25 de este mes–, ya que también reinterpreta Rafa Rollón, por ejemplo, Las Meninas de Velázquez, aunque asimismo se lleva esta obra maestra al séptimo arte al cambiar los personajes del siglo XVII que la llenan por fotogramas «que son alegorías sobre al arte, juegos visuales para buscar otros sentidos».

Apunta también el pintor abulense que con estas obras apuesta por invitar a practica la experiencia de «el Yo viéndose a sí mismo», en una ruptura de «la linealidad causa-efecto que provoque un continuo e inestable camino de incertidumbres imaginativas y posibilidades de sentido, no solo entre la obra en sí misma, sino de una obra con otra».

Esta colección de pinturas sirve también, acaba explicando el artista, para entender «el cine como dispositivo de producción de imagen, que la cosifica, estableciendo un orden de lo visible y participando así de la iconomía de las sociedades contemporáneas, que dan a las imágenes un valor de uso para controlar nuestros deseos», realidad ante la cual propone «la interferencia como momento off de la imagen, que la niega, al suprimir el significante, provocando una deshabituación de la mirada, que solo encuentra validez en su negación».