Visto para sentencia el jucio de la propiedad de La Lugareja

E.Carretero
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El Obispado de Ávila defiende que el templo no se desamortizó y que pertenece a la parroquia de Arévalo algo con lo que los propietarios de la finca donde se emplaza este BIC no están de acuerdo

Visto para sentencia el jucio de la propiedad de La Lugareja

El contencioso que desde hace años mantienen el Obispado de Ávila y los propietarios de la finca donde se levanta la ermita de La Lugareja, una de las principales joyas del mudéjar de esta provincia, si no la más importante, dio este martes un paso más tras quedar visto para sentencia en los Juzgados de Arévalo el juicio en el que la Iglesia reclama la propiedad de esta ermita para la parroquia de Arévalo.

Esta vista, que algunos presentes definieron como «muy tensa», en buena parte porque días atrás la Audiencia Provincial había desestimado recusar al juez que lleva este asunto y al que se le atribuía «amistad manifiesta con los propietarios», contó con las declaraciones de varios testigos, entre ellos el director del Archivo Diocesano de Ávila, José Antonio Calvo, o el cronista de Arévalo, Ricardo Guerra, que defendieron, básicamente, que aunque se ubica e una finca particular la ermita no es propiedad de los dueños de este terreno porque, aseguraron, este templo no se llegó a desamortizar, con lo que siempre ha sido propiedad de la Iglesia. También el hecho de que hasta 1911 este lugar fuera parroquia o que con posterioridad a esa fecha allí se siguiera celebrando la romería demostraría que la Iglesia es la propietaria del lugar, defendieron estos testigos.    

También en los Juzgados de Arévalo declaró este martes como testigo el autor de una tesis doctoral sobre La Lugareja en la que se discrepa sobre lo que defiende el Obispado de Ávila en relación con la propiedad de este templo que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento desde el año 1931.

Las discrepancias entre el Obispado de Ávila, que defiende que La Lugareja pertenece a la parroquia de Arévalo, y los propietarios de la finca donde se ubica este singular templo vienen de largo si bien los mayores desacuerdos entre las partes empezaron hace ya quince años cuando los dueños de los terrenos en los que se emplaza la ermita mostraron su oposición a que allí se celebrara la romería de la Virgen de la Lugareja, tradición que tenía lugar en el mes de junio. Esta negativa ponía fin a una tradición de más de cinco siglos de historia y encendía además los ánimos de vecinos y fieles.

La última vez que la Virgen de la Lugareja salió de su ermita fue en el año 2005 y allí permanece desde entonces a la espera, quizás, de que ahora un juez se pronuncie.