El Real Ávila lo tiene en su mano. Lo acarició en Santa Marta pero se quedó a un paso de celebrar un campeonato y ascenso que fue suyo durante muchos minutos. No falló el Salamanca UDS, parte indispensable para que las cuentas salieran a favor del objetivo encarnado. Desatascó su partido ante elColegios Diocesanos en el último momento desde el punto de penalti. No importa. Este domingo los encarnados volverán a tener una nueva oportunidad, 'su' oportunidad y esta vez no dependerá de lo que hagan los demás. Esta vez las cuentas son muy diferentes. Los encarnados lo saben. Lo sabían desde hace tiempo, cuando se conjuraron en el peor momento de la temporada para mirarse a sí mismos y olvidarse de los demás, que se acercaron peligrosamente para alimentar las dudas y los miedos. El equipo supo salir de aquello, defender lo que era suyo para asomarse a un ascenso que tienen a un paso. Y aunque no pudieron celebrarlo en el Alfonso San Casto, la victoria (0-3) ante el UDSanta Marta se celebró como se merecía. «Si había un partido que teníamos que recordar, además del que nos de el objetivo, era éste» apuntaba Miguel de la Fuente sobre el mismo césped. Un técnico feliz, exultante, como sus jugadores, no sólo por lo que habían conseguido y pueden conseguir, sino por el cómo lo habían hecho, con la personalidad y carácter de un equipo que es líder, que rebosa confianza en sí mismo y que se ve capaz de todo. «No ha podido ser hoy –por el miércoles– el ascenso, queríamos que cuanto antes mejor. Si tiene que ser el próximo día, lo intentaremos».
Quedan dos jornadas, dos partidos para rematar el premio, pero todos los caminos, todas las miradas están puestas en el encuentro de este domingo –18,00 horas– ante La Virgen del Camino. En el Adolfo Suárez y ante su afición, ganar es lo que importa. Y ganando, haga lo que haga el Salamanca UDS, serán campeones. Es el 'privilegio' de un equipo que se lo ha sabido ganar sobre el césped. «Nunca he ganado una liga y si lo logro aquí en el año del Centenario, será como un sueño cumplido».Un sueño para Miguel, para sus jugadores, para el club, la afición, la ciudad...Para todos.