En localidades del tamaño de San Juan de la Nava, establecimientos como el que gestiona el matrimonio formado por Luis del Cid y Elvira Yuste son mucho más que un lugar en el que reponer fuerzas o recoger un paquete de Amazon. La Churrería Luis es, y no nos duelen prendas a la hora de asegurarlo, uno de los 'órganos vitales' del pueblo.Porque desde hace años, esta recoleta churrería - ubicada en una de las esquinas de una de las calles principales del pueblo- es el punto de encuentro para los vecinos que dan vida a este pueblo del Alberche.

Acudir a tomar un café, a echar la Primitiva o a ver si ha llegado el envío que se está esperando es, en muchos casos, la excusa perfecta para pasar un rato en compañía. Y eso lo saben bien Elvira y Luis, que fomentan esa labor social de su local dispensando un trato agradable y cercano.

«La churrería lleva abierta 29 años», nos explica Elvira, que no olvida el bar que gestionaron previamente y que cuenta cómo decidieron, pese a las dificultades que sabían que podrían ir surgiendo, emprender una vida en su pueblo. «A mi marido le gustaba y los dos hemos sido el uno para el otro», habla de un matrimonio al que, confiesa, no le ha ido mal en ningún aspecto. «Decidimos quedarnos aquí y en realidad no nos ha ido mal, estoy contenta», asegura Elvira, que cuando se le pregunta por las dificultades de emprender un negocio en un pueblo pequeño comoSan Juan no tiene duda en responder. «Hay que tener ganas de trabajar y ser constante. Teniendo ganas y haciendo las cosas, todo funciona», lanza este mensaje a aquellos que quizá se estén planteando emprender una vida en el campo. Una vida que, por supuesto, también tiene muchas ventajas. La primera la vemos nosotros mismos, cuando su nieto,Antonio entra en la churrería para saludar a sus abuelos. «En San Juan de la Nava si quieres se vive bien», sigue hablando Elvira, que consciente de que enSan Juan los bares escasean, asegura que no tiene problema en atender a cualquier hora a aquellos que quiere tomarse algo, así como en ofrecer algunos servicios municipales (como facilitar la llave de la báscula, del colegio o del cementerio). «También soy presidenta de las Amas de Casa?, se despide de nosotros.