Ayer fue una jornada de celebración y de festividad en muchos pueblos de la provincia de Ávila. Sin embargo, en el Valle del Tiétar, quizás se viviera de manera más especial por ser el día de la fiesta en honor a Nuestra Señora de Chilla.

La romería de la Virgen de Chilla es un evento que reúne a miles de personas de diferentes comarcas, lo que refleja la profunda devoción que despierta esta talla en la zona. Ayer fueron más de 2.500 personas las que participaron en la popular procesión que llevó a la patrona de Candeleda desde su santuario, ubicado a seis kilómetros del casco urbano, hasta la piedra donde, según la tradición, se apareció por primera vez al pastorcillo Finardo en el siglo XIV.

La ceremonia, que se celebró en un altar exterior improvisado, contó con la presencia del alcalde candeledano Carlos Montesino, junto con representantes municipales y provinciales, lo que muestra la importancia del evento entre la comunidad. La devoción hacia la Virgen de Chilla no solo se limita a Candeleda, sino que también abarca otras comarcas, incluyendo zonas del norte de Cáceres y localidades como Talavera de la Reina, Calzada de Oropesa, Mejorada y Segurilla. «Es una celebración que conecta la fe con la tradición, congregando a personas de diversas regiones en un acto de unidad y espiritualidad»,afirmó Montesino.

«Hoy es uno de los días más emocionantes para los candeledanos. Celebrar a nuestra patrona, la Virgen de Chilla, es un acto de fe, de unión, de convivencia y de amor profundo hacia nuestra tierra y nuestras raíces», manifestó el alcalde por redes sociales para animar  sus vecinos a participar en tan multitudinario acto religioso.

Música. Para acabar el día de fiesta, el Centro de Fermentación del Tabaco acogió la actuación del grupo flamenco Raya Real que supuso el mejor colofón a la fiestas patronales de Candeleda al ritmo de la mejor música.