El silencio. La procesion de la tarde noche del Miércoles Santo. Esa que es de barrio pero termina en el centro de la ciudad subiendo una cuesta, dura, como la Pasión. De la mano de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias volvió un año más esta procesión que es diferente al resto porque parte de un barrio, de San Nicolás, y de la iglesia del mismo nombre.
Allí, poco antes de las 20,30 ya se veía al público en la plaza, esperando la salida, al igual que lo hacían las dos bandas de música que iban a acompañar a la comitiva. Mucho ambiente en la calle, muchas familias y los colores blanco y azul tan característicos de esta cofradía con los hermanos que eran cada vez más visibles en una procesión en la que participan alrededor de 400 personas de una cofradía que precisamente hace dos días llegó a la cifra redonda de 500 hermanos, después de sumar una veintena en estos días y emprender un camino de recuperación.
Representantes del Santísimo Cristo Despojado, con su banda de música con la que están hermanados los abulenses desde hace 29 años, también esperaban un inicio que comenzó con el nuevo paso que estrena en este Miércoles Santo la Cofradía, el Santísimo Cristo de la Divina Misericordia, una obra de 2022 de Carlos Paz y policromía de Alberto Medina Martín y que es llevado por mujeres. Su salida fue recibida por primera vez con música como sucedió con la segunda de las imágenes, en Santo Cristo Arrodillado, que sale con cornetas y después va acompañado por tambores mientas los cofrades se van uniendo a la comitiva, al igual que sucede con la banda de Valladolid. Quedaban dos imágenes más, la del Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de las Angustias, una talla del siglo XVI. Para ellas se contaba con la Banda de Música de Ávila, otra novedad de esta procesión, que las recibió con el Himno de España y se encargó de cerrar la procesión. El Cristo de la Agonía, para poder salir por la puerta reducida de la iglesia, se mantiene más bajo pero, una vez fuera del templo se ve como va subiendo la Cruz hasta llegar a una mayor altura.
El Silencio estrena imagen - Foto: David CastroYa con las imágenes fuera, los cofrades se van uniendo puesto que esta procesión tiene como característica que los cofrades esperan formando en dos filas en el exterior (tras la Cruz de Guía y las dos cruces que abren las dos filas de capuchones). No faltaban tampoco las madrinas, esas damas que acompañan a la Virgen con los atributos de la Pasión.
Una de las características de la Procesión del Silencio es su inicio, por las calles del barrio, más anchas y que ofrecen una visión más amplia. Un ejemplo de ello es lo que sucede en la calle Burgohondo, con gente en ambas aceras pero con facilidad para la visión. Algo más de aglomeración había en la llegada a la plaza del Rollo donde se cumplió con la tradición de las saetas que iban acompañando a las distintas imágenes y que se escuchaban desde el CEAS Sur. Para entonces la luz del cielo iba bajando, se iba haciendo de noche mientras las imágenes mantenían el paso casi como haciendo catequesis de la Pasión de Cristo en su parte final, desde el momento en el que está amarrado, a llevar la Cruz, su Crucifixión y la Madre con el cuerpo de su Hijo en brazos.
Y en ese discurrir la procesión va alejándose de su barrio pasando por la calle Las Damas y la Bajada de Nuestra Señora de Sonsoles para dirigirse hacia Francisco Gallego y emprender esa cuesta hacia el paseo del Rastro. Es el momento del esfuerzo, de dejar atrás la llanura para emprender la subida al centro de la ciudad y pasar por lugares tan conocidos como la plaza de Santa Teresa y la calle San Segundo, antes de atravesar el Arco del Peso de la Harina y dirigirse hacia su destino final, la Catedral. De allí saldrá el Viernes Santo la talla de Nuestra Señora de las Angustias, que también participa en esta procesión.
El Silencio estrena imagen - Foto: David CastroLa Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias es la que lleva el único estreno de pasos en esta Semana Santa de Ávila 2023. Lo hace con el paso del Santísimo Cristo de la Divina Misericordia, el que encabezó el desfile de la Procesión del Silencio.
Se trata de una imagen que ya recibió en su momento la bendición en la iglesia de San Nicolás, la que es desde entonces su casa y la que abandonó ayer para la procesión. Con ella, según se explicó en su día, se hace un relato de la Pasión, posible gracias a una donación de un cofrade, que quiere permanecer anónimo, pero que hizo este regalo al cumplir 50 años en la cofradía. Se cumplió el objetivo de que la talla estuviera preparada para esta Semana Santa y así se pudo ver una imagen con una altura de 1,80 metros, de madera maciza y donde destaca la expresión y algunos de sus detalles.