Las podas del arbolado llevadas a cabo en el municipio de Arévalo han desatado las quejas de algunos vecinos y las denuncias de los grupos políticos en la oposición, aunque con matices. Así, mientras Arévalo Decide inició hace unos días una recogida de firmas contra unas «podas brutales», el PSOE achaca a la «desidia» del equipo de gobierno en este ámbito el incendio desatado el pasado sábado en la Cañada Real. VOX Arévalo, por su parte, pidió a través de las redes sociales que para posteriores podas los restos del ramaje se depositen en otros sitios autorizados para «no volver a ver situaciones como la del incendio y así evitar males mayores», además de reclamar «la limpieza y desbroce de muchos entornos con hierbas muy altas que ocasionan una imagen lamentable de nuestra ciudad».
Arévalo Decide sigue recogiendo firmas en un escrito dirigido al alcalde de la localidad en el que se manifiesta no se quieren «podas desmesuradamente brutales», que el equipo de gobierno «no son los propietarios de los árboles de la ciudad» y que quieren «transparencia, así como una gestión municipal eficiente y de calidad». Además piden los informes técnicos que avalaron los trabajos realizados, reclaman que no vuelvan a repetirse las podas y exigen «respeto hacia las personas que queremos un medio ambiente equilibrado y bien gestionado donde prime la variedad de especies y una próspera biodiversidad de flora y fauna urbana», todo ello en el marco de una denuncia en el que los usuarios de los espacios verdes muestran«tarjeta roja» al concejal delegado.
Y es que, añaden, «el arbolado en calles y plazas reúne unos servicios ecosistémicos que van desde regular la temperatura ambiente por la sombra que generan hasta amortiguar el ruido del tráfico», al tiempo que, remarcan, «son un pulmón extra en la producción de oxígeno, proporcionan cobijo a numerosos pájaros insectívoro favoreciendo, además, la polinización por parte de los insectos beneficiosos y proporcionan una estética de ciudad moderna, acogedora y ambientalmente respetuosa con la flora y la fauna urbana.
Por otro lado, el PSOE de Arévalo denuncia que «la desidia» del PPcon los restos de podas derivó el pasado fin de semana en el incendio desatado en una zona de la Cañada Real del municipio que, afortunadamente, no pasó a mayores. Según explicó el portavoz del PSOE, Juan Carlos López, los restos de las «podas excesivas» en el arbolado urbano emprendidas por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Arévalo desde el otoño pasado se fueron depositando en la zona que ardió el sábado, de ahí que se reproche esta actitud.
Según se trasladó desde el grupo socialista, el plan de la concejalía de Medio Ambiente para retirar esos restos de podas antes de que se produjera el incendio «consistía en contratar una empresa externa, una decisión que iba a suponer un importante desembolso para las arcas públicas de la ciudad» al «incrementar considerablemente el gasto corriente del presupuesto municipal del 2024», de ahí que el PSOEse mostrara «en contra». Máxime cuando, añadió, «tiene en su poder dos máquinas picadoras, una de ellas donada recientemente por la Diputación» y que, aseguran, «están abandonadas en algún almacén del Consistorio arevalense».
Para Juan Carlos López el incendio «debe hacer reflexionar a Vidal Galicia y a su equipo» en el sentido de que «las podas hay que hacerlas correctamente y los restos hay que retirarlos en tiempo y forma. Las constantes improvisaciones del PP de Arévalo sólo nos pueden conducir al desastre», remarcó.