Juan Manuel de Prada acudió a Ávila a presentar su última novela,  'Mil ojos esconde la noche. La ciudad sin luz', la que él mismo define como una «especie de zambullida en lo que fue el mundo de los artistas y escritores españoles que vivían en París cuando estalla la Segunda Guerra Mundial. En aquel momento, recordó, «París era la capital de las artes y las letras y había muchos españoles que habían llegado en épocas anteriores a hacer carrera, el más famoso de todos Picasso, que llevaba 30 años viviendo allí». Junto a él, todos los exiliados de España, de la Guerra Civil, que cruzan los Pirineos en el año 39 y se instalan en París. «Luego está todo el mundo de los corresponsales de prensa, hay una especie de colonia de artistas y escritores españoles», explicó, lo que «es un mundo muy interesante porque además es gente de procedencias muy diversas»

Lo que busca la novela, comentó de Prada, es «recuperar todo ese mundo a través de la mirada de un personaje que es Fernando Navales», que es el protagonista y narrador y lo fue también de su primera novela. Es un «falangista al que encargan la labor de apacentar a toda esta gente para atraerla al régimen vigente en ese momento. La novela es una especie de gran fresco sobre los ambientes culturales españoles en el París de la Segunda Guerra Mundial durante la ocupación alemana».

El escritor tuvo la oportunidad de presentar su libro en El Episcopio, donde llegó de la mano del diplomático José Ramón García y estuvo acompañado por el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera. Allí tuvo el contacto directo con el público y la oportunidad de dar a conocer su obra, lo que «quiere» todo escritor porque escribir «es muy personal, muy escondido y el momento más importante es la posibilidad de darlo a conocer a otras gentes».

Junto a él, José Ramón García aseguró que se trata de «la novela fundamental del siglo XXI» y llega «del mejor novelista en español y lo reconocen todos sus pares», por lo que considera que fue «un privilegio» poder traer al novelista a Ávila, tierra «ligada a la cultura, a la libertad» y que pudo «tener a una primera figura del nivel nacional y mundial». Por su parte, el alcalde ya auguró antes del acto una «velada muy entretenida» que no iba a dejar indiferente a nadie.