Un convoy humanitario organizado de forma exprés desde Arévalo y Pajares de Adaja llevó este sábado hasta Torrent y Aldaia, 40 toneladas de agua, alimentos y herramientas para la ONG Mensajeros de la Paz
Después de un viaje de más de diez horas, al mediodía llegó a Utiel (Valencia) un convoy de ayuda humanitaria que partió de madrugada de la localidad abulense de Pajares de Adaja. En total han sido casi 40.000 kilos repartidos en dos camiones cargados de agua y siete furgonetas con alimentos, ropa, comida para mascotas, palas y cepillos. Esta ayuda se ha repartido en la sede de Mensajeros de la Paz de Valencia y en los pueblos de Torrent y Aldaia, la zona cero del temporal.
Pero esta cantidad resulta insignificante ante el desolador panorama de destrucción que se han encontrado los veinte voluntarios de la expedición. El propio impulsor de la iniciativa, Aitor Ortega, un guardia civil arevalense destinado en el cuartel del Instituto Armado de la capital de La Moraña, hace un llamamiento para que este tipo de caravanas se convierta en una constante diaria que alivie el sufrimiento de las miles de personas damnificadas.
Nadie sobra cuando es para ayudar - Foto: ICALAitor confiesa que fue después de hablar su amigo Ángel Rielo, un cómico y actor que no pudo tomar un vuelo en Valencia debido al temporal y que decidió quedarse allí para echar una mano como voluntario de la ONG Mensajeros de la Paz, consideró que no había tiempo que perder. "Tras conversar con él y describirme la urgente necesidad de ayuda que se necesita, con mis compañeros del cuartel de Arévalo y de otros destacamentos de La Moraña, lanzamos la iniciativa en redes sociales en la madrugada del jueves y la respuesta ha sido abrumadora", afirmó.
No obstante, esto solo ha sido el principio, dado que otras asociaciones de voluntarios de la provincia ya se están movilizando para recoger ayuda por lo que ahora Aitor plantea que el objetivo será lanzar campaña para poder financiar el transporte, que en esta ocasión ha sido una donación de un grupo de empresarios altruistas.
Pero si el promotor de la iniciativa ha sido Aitor Ortega, los verdaderos 'padres' de la caravana son los empresarios Abel Sanz y Carlos Blanco. Abel, gerente de Neumáticos Abel Sanz, explicó a Ical que cuando Aitor le trasladó la idea a primera hora del viernes, él se comprometió a encargarse de la logística, al mismo tiempo que comenzó a recabar apoyos de otros empresarios. Ante las enormes muestras de apoyo y dada la urgencia, Abel se marcó como objetivo intentar llenar de ayuda todos los vehículos de los que disponían.
Nadie sobra cuando es para ayudar - Foto: ICALEl primer paso, según relata, fue ponerse en contacto con URSU, la planta embotelladora de agua mineral de El Oso, a la que también logró sumar para la causa. Así, los dos camiones que ha llegado a Valencia transportaban miles de botellas con un peso total que rondaba los 28.000 kilos. Esta donación ha sido asumida a parte iguales entre Abel Sanz, Carlos Blanco y la propia planta embotelladora.
Además de los ayuntamientos de Arévalo y Pajares de Adaja, Virgilio González, gerente de Construcciones Crisdavir, Alpe, Rótulos Campos y Muebles Carretero, han sido otras empresas que han aportado su granito de arena para que este convoy ya esté en Valencia, así como la planta de Mars en Arévalo, que ha donado miles de kilos de comida para mascotas.
Junto con Abel Sanz, el otro empresario arevalense que se ha volcado en la iniciativa ha sido Carlos Blanco, gerente de Cárnicas Carlos Blanco, que además de calificar de "desolador" el paisaje que se han encontrado, aseguró que lo mejor de toda esta iniciativa ha sido la rápida respuesta de los morañegos que, sin dudar un minuto, se han volcado. "Los vecinos de Arévalo y de Pajares de Adaja han demostrado su enorme solidaridad", afirmó Blanco, que al igual que Aitor apuntaba que ahora es preciso, poner en marcha los instrumentos necesarios para canalizar toda la generosidad y la solidaridad que está demostrando la sociedad en favor de las víctimas.
Nadie sobra cuando es para ayudar - Foto: ICALEn el convoy humanitario también ha participado la Agrupación de Protección Civil de Pajares de Adaja. El responsable de la misma, Ricardo Arribas, reconocía que de todos los trabajos como voluntario que ha realizado, este está siendo el más duro, "por lo que hemos podido ver sobre el terreno, pero también el más gratificante y el que más te llena por dentro".
Precisamente, el alcalde de Pajares, Federico Farelo, que junto a un puñado de vecinos despidió de madrugada la caravana de ayuda humanitaria, reconocía que la masiva respuesta de los vecinos supone un "chute" de energía para seguir trabajando por el pueblo. Además, el regidor asegura que en esta expedición Pajares ha sido una especie de embajador de todos los pueblos de La Moraña. "Por una cuestión de urgencia hemos sido los primeros, pero seguro que el resto de los municipios morañegos también tendrán su oportunidad de demostrar su enorme solidaridad", aseveró.