La planta de biogás de Aldeaseca podría estar activa en marzo

Sergio Jiménez
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El BOCyL publica la declaración de impacto ambiental del proyecto de Libergia, que creará unos 30 empleos directas más otros tantos indirectos

La planta de biogás de Aldeaseca podría estar activa en marzo

La pequeña localidad morañega de Aldeaseca, situada a escasos diez kilómetros de Arévalo, podría contar en unos meses (las previsiones hablan del próximo marzo o abril) con una planta de generación de biometano, dióxido de carbono, sulfato amónico y fertilizantes. Una industria que se nutriría de los residuos de la zona y de la empresa de fabricación de piensos animales que está ubicada en el pueblo. La semana pasada apareció recogido en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) la aprobación por parte de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la declaración de impacto medioambiental del proyecto de la compañía Libergia, que podría crear una treintena de puestos de trabajo directos (más otros 30 indirectos) si sale adelante.

Fue el anterior alcalde de Aldeaseca, José Julio Izquierdo, quien promovió la instalación de esta plantación de biometano después de que los representantes de Libergia le presentaran la idea. En un inicio, la intención de la compañía era invertir unos 50 millones de euros en esta plantación, cuyo objetivo es la generación de este biogás mediante el procesamiento de residuos agroganaderos. Por el momento, la Administración regional ya ha tramitado los expedientes de expectación del terreno y de paleontología (gestionados hace unos meses) y, desde la semana pasada, también está la declaración de impacto ambiental. Sin embargo, todavía falta superar el escollo del permiso para la instalación de una subestación eléctrica que estaría implantada en Langa (la línea eléctrica soterrada de alta tensión de 45 kV tendría una longitud aproximada de diez kilómetros) y la última inspección de la Consejería de Medio Ambiente para que la planta de biogás de Aldeaseca se haga realidad. «Pasando todos estos filtros, se podría dar inicio a la planta. Es decir, el proceso va para adelante, no se va a quedar paralizado», comentó el actual alcalde del municipio, Luis Ignacio Arévalo.

Por tanto, en cuanto estos últimos trámites estén resueltos se podría comenzar a construir la infraestructura, que depende de la aprobación de la central eléctrica. «La base fundamental de la apertura de la planta será la subestación eléctrica. A partir de ahí será cuando nosotros como Ayuntamiento podremos dar permiso a la empresa Libergia para que empiecen a construir», aclaró Arévalo. Por tanto, por este lado, el proceso parece claro y solo falta que todo siga su curso hasta el final.

No obstante, queda otro asunto por resolver: la aceptación de los vecinos de la nueva industria. Según comentó el actual alcalde, cuando el anterior ocupante del sillón de mando expuso a los vecinos esta iniciativa hubo algo de dilema sobre el proyecto de Libergia. «Por lo general, la gente no dijo nada. Pero para otros sí que hubo algo de dilema, porque unos lo veían bien y otro los veían mal», expresó Luis Ignacio Arévalo. Pero, en aquel momento, era solo una idea. Ahora, si todo va según lo previsto, quedan unos meses para que la planta de biometano esté en funcionamiento en Aldeaseca. «Tenemos que tomar el pulso a los vecinos. Tenemos que reunirlos a todos y hacerles una pregunta para ver si todos aceptan o no la planta y si están de acuerdo. Una vez que veamos lo que opina el pueblo tomaremos una determinación sobre si puede abrirse o no», explicó el primer edil del municipio de La Moraña.

bioaldeaseca. La empresa Ingeniería Libergia SLU, radicada en Madrid, expuso hace un par de años la intención de crear este proyecto bajo el nombre de Bioaldeaseca. Cuando la plantación esté en funcionamiento, la previsiones hablan de que se generarán al año 328.123 toneladas de residuos orgánicos o, lo que es lo mismo, 927 toneladas diarias. Estos subproductos se repartirían entre gas natural licuado (9.275 toneladas anuales),  CO2 licuado (19.895 toneladas) y fertilizantes concentrados (44.827 toneladas).

Una industria con un alto impacto medioambiental (la planta consumirá cerca de 60.000 toneladas de agua, tanto potable como reciclada, al año) que, aunque los trámites siguen su curso, aún falta el beneplático de los vecinos de Aldeaseca.