No ha salido la procesión a las calles, pero sí en nuestro corazón». Con cariñosas palabras como éstas trataba de consolar a los hermanos delReal e Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz el deán de la Catedral del Salvador, Antonio Collado, ante la más triste de las evidencias: su procesión, la de Los Pasos, la más antigua de las que recorren Ávila (data de 1540) y la más numerosa en cuanto a imágenes (al sacar nueve) no saldría este Jueves Santo a las calles del centro de la ciudad.

La lluvia y el viento que durante toda la jornada azotaron Ávila obligaron a la junta directiva a tomar una dura decisión que no habían tenido que tomar desde el año 2011, cuando suspendieron por última vez la estación de penitencia.

Sí pudieron hacer, eso sí, su traslado, con bastante asistencia de público.«Yo creo que la gente ya sabía que no iba a haber procesión y ha querido ir a ver alCristo», decía a Diario de Ávila Alonso Jiménez, vocal de la junta directiva, ante la mirada de Luis Fernando Olmedo, presidente del patronato.

En los rostros de ambos se notaba la pena por no poder sacar los pasos. «Pero es que ésta no es una procesión que pueda recogerse rápido o resguardarse en cualquier lugar», justificaba Olmedo la suspensión de una procesión.

Una justificación casi que innecesaria, dada la cantidad de agua que instantes antes de las ocho y media, cuando tendría que haber salido la comitiva, caía sobre Ávila.

«Es una pena, porque teníamos bastantes novedades», retomaba la palabra Alonso, que se refería, por ejemplo, a las modificaciones llevadas a cabo en el paso de la Santa Cena (tanto en su base como en la mesa), así como al estreno de una marcha por parte de la Banda de Ávila, que junto con la de Maello iba a ser la encargada de acompañar a los pasos.

Pero esos estrenos tendrán que esperar a 2025. Como tendrán que volver al armario las túnicas y capirotes de sarga morados, las capa de terciopelo granate, los cíngulos amarillos y los guantes blancos que componen la vestimenta de los cerca de 350 cofrades del Real e Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz.

Para los pocos que acudieron este Jueves Santo a la catedral se organizaba una pequeña oración ante la mirada de Cristo. «Parece que como a María Magdalena una espada nos atraviesa el corazón», les decía el deán del Salvador.

«Esta sensación de frustración parece que nos arranca el alma, pero no», les consolaba el sacerdote, que hablaba de cómo pese a no haberse podido poner los capirotes «sabemos que el Señor nos mira por dentro».

«No hemos acompañado a los pasos, pero el Señor nos acompaña a nosotros», volvía sobre la idea AntonioCollado, que les exhortaba para que no dejaran que la tristeza les embargara. Muy al contrario, les pedía que se animaran para, así, poder llevar con su testimonio a todo el mundo el rostro de Jesús.

Un Padrenuestro y un Dios te salve María pusieron el broche de oro a un sencillo acto que se cerró con aplausos.

Lo cierto es que no ha sido el año de más suerte para el Ilustre Patronato de la Vera Cruz. Porque a la suspensión de la Procesión de los Pasos sumaba este Viernes Santo la modificación del Via Crucis.

Y es que la lluvia y el viento obligaban también a los responsables de la cofradía a anunciar la tarde del jueves que esta estación penitencial no rodearía este año la Muralla de Ávila.

A cambio, los fieles eran convocados a rezarlo ante el Santísimo Cristo de los Ajusticiados en el interior de la Catedral de Ávila. De esta celebración, por cierto, publicaremos una crónica en nuestra edición digital del viernes 29 de marzo y en la edición de papel del domingo 31.