En la edición de este año de la Feria del Libro de Ávila están teniendo cabida los géneros literarios con mayor acogida y público, además de otros que se quieren potenciar. Por supuesto, no podía faltar una actividad centrada en la poesía, como la que se ha desarrollado esta tarde en la carpa instalada en la plaza del Mercado Grande para la ocasión. El maratón poético 'Poetry Slam' ha reunido a una treintena de abulenses que disfrutaron de los versos de poetas más consagrados y de composiciones propias.
El evento ha estado coordinado por Fran W. Shamba y Pisabí y ha contado con el apoyo de Librería Letras, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Ávila y la propia Feria del Libro y en el que fue necesaria inscripción previa para poder participar en la lectura y recitación de los poemas. Autores como Juan Carlos del Pozo o Gustavo G. Calabrés han estado presentes leyendo alguna de sus obras o de otros autores.
El crítico de cine Juan Carlos del Pozo fue el encargado de romper el hielo en el recital con uno de los poemas más desconocidos de Federico García Lorca, quizás uno de los literatos más importantes de la historia en lengua castellana. Gustavo G. Calabrés, por su parte, apostó por recitar dos de sus composiciones. La segunda de ellas, dedicada a sus hijas allí presentes, levantó el júbilo de los presentes, muchos de ellos conocidos del autor, por la mezcla de poesía, trabalenguas, juegos de palabras e incluso música (hizo beatbox, la disciplina vocal que se basa en producir sonidos musicales utilizando la boca, la lengua, la nariz y la voz).
Pisabí, coordinadora de la actividad, ya había asegurado antes que «en la Feria del Libro de este año se quiere dar valor a las composiciones breves». El maratón de poesía ha servido, en parte, también para eso mismo: para recitar versos cortos que atrajeran la atención del público por su belleza, curiosidad o encanto.
El Grupo Poetry Slam Ávila organiza concursos de poesía en diversos bares de la ciudad (La Taberna del Viajero o El Estudio, principalmente) donde 12 poetas recitan dramáticamente sus obras en un tiempo establecido de tres minutos en el que el ganador es elegido por un jurado popular. Ya van más de VII ediciones de este juego cultural que ayer se trasladó a la carpa de la Feria del Libro para ganar más aficionados entre la población abulense.