Roberto Ponce, profeta abulense en Valladolid

S.J.
-

El compañero de La8 Ávila pregona la Semana Santa de Ávila, declarada de Interés Turístico Internacional, en la Casa Revilla, donde estuvo acompañados por sus familiares y amigos

Roberto Ponce, profeta abulense en Valladolid - Foto: Rubén Cacho ICAL

A falta de tres semanas para el Viernes de Dolores y en medio del periodo de Cuaresma, ya se siente cerca la llegada de la Semana Santa. De hecho, ya se están celebrando actos que anticipan la venida de esta festividad.

Esta tarde, el compañero de La8 Ávila, Roberto Ponce, leyó el pregón de la Semana Santa de Ávila en la Casa Revilla, en Valladolid. Un evento organizado por la Casa de Ávila en Valladolid para presentar los detalles de una celebración declarada de Interés Turístico Internacional desde el año 2014. El periodista abulense estuvo acompañado en el evento por el presidente de la Casa de Ávila en Valladolid, Raúl Rivero; el viceconsejero de Asistencia Sanitaria de la Junta de Castilla y León, Jesús García-Cruces; el diputado provincial de Cultura, Javier González; el presidente de la Junta de Semana Santa de Ávila, Jesús Jiménez; y la concejala abulense de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Cristina García.

Completaba así el tríptico Madrid-Ávila-Valladolid, las tres poblaciones donde Ponce, gran apasionado de la Semana Santa, tuvo el honor de leer el pregón de una de las tradiciones más arraigadas en su ciudad natal acompañado de sus familiares y amigos. Para tan sentida ocasión, preparó un discurso totalmente nuevo con respecto a los que leyó en Madrid (2023) y en Ávila (2024).

Un proyecto que, no obstante, estaba previsto para el ciclo 2020-2022, «un periplo alterado por la pandemia. Por la enfermedad y la incertidumbre», como recogió Roberto Ponce en su texto. Una vez, más, el periodista de televisión desarrolló un discurso lleno de emotividad y de recuerdos vinculados con la Semana Santa. «En otra primavera anhelada de forma perenne, y en muchas ocasiones esquiva, me presento como un periodista inquieto que se apoya en las palabras para describir un sentimiento», se autodefinió. 

En su pregón también tuvo tiempo de mencionar los lazos que unen a Ávila con Valladolid. Uno de esos vínculos es Santa Teresa de Jesús. Roberto Ponce recordó que La Santa fundó el monasterio de la Concepción del Carmen en la ciudad pucelana en el año 1568, justo después de que escribiera una de sus obras maestras, 'Camino de perfección'. En ese convento, además, se conservan varias de las esculturas ideadas por el imaginero castellano Gregorio Fernández, cuyos pupilos esculpieron algunas de las tallas que procesionan en la Semana Santa abulense, además de la imagen de Santa Teresa que sale a las calles cada 15 de octubre.

En su pregón, Ponce realizó un brillante repaso por todas y cada una de las procesiones que marcan la Semana de Pasión de Ávila. Entre sus momentos más impresionantes destacó el Encuentro del Lunes Santo («El Encuentro de Ávila no es una procesión. Es un instante extraordinario con una magnífica ornamentación»), que se ha celebrado a lo largo de los años en la calle San Segundo, en el Mercado Grande, en el Mercado Chico y, desde el 2011, en la plaza de la Catedral. O también la procesión del Miserere, en la madrugada del Martes al Miércoles Santo. Una comitiva que, en palabras del pregonero, «representa para mí la esencia de la Semana Santa en la vieja Castilla: noche, negro, austeridad, calma y sosiego». Ojalá que el clima sea benévolo con los abulenses y sus visitantes para que puedan disfrutar de ese momento singular que, por desgracia, el año pasado no pudo celebrarse (por primera vez desde 1993).

La Semana Santa de Ávila esconce, entre sus 14 cofradías, 15 procesiones y 39 grupos escultóricos, cultura, historia, arte y patrimonio. Así se comprende que su condición de Interés Turístico Internacional. Una festividad que Roberto Ponce descubrió un Jueves Santo de hace más de 30 años «delante del paso de La Verónica con una cruz de terciopelo verde en el pecho y una vara tan pequeña que la vieja madera no ha alterado. Este recuerdo para mí será eterno», concluyó el periodista abulense. Un apasionado de las tradiciones de su tierra que se ha convertido en el mejor embajador posible de una de sus grandes pasiones. Una ilusión surgida de niño que, ya de adulto, ha logrado cumplir. Un orgullo y una satisfacción que nuestro compañero guardará para siempre, lo mismo que aquellos que le acompañaron en este periplo tan emocionante y  dichoso para él.