«Es muy duro ser emprendedor en un pueblo con poca población»

E.Carretero
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Juan Puyo es casillano y desde 1986 regenta el único estanco de esta localidad que antes él regentó su abuelo. El descenso de la población y los gastos que asumen los autónomos, dicen, complican un trabajo que de bueno tiene "el trato con la gente"

«Es muy duro ser emprendedor en un pueblo con poca población» - Foto: Isabel García

Juan Puyo lleva al frente del estanco de Casillas desde el 1 de enero de 1986, si bien éste no era un negocio desconocido para él teniendo en cuenta que el mismo lo regentaba su abuelo, Antonio Collados, que cuando se jubiló le pasó el testigo a Juan, que era su nieto mayor. Desde entonces este autónomo ha estado al frente de un negocio en el que no solo se vende tabaco y sellos sino también prensa, productos de alimentación e incluso material de ferretería. Y es que, reconoce Juan, en un comercio rural «no se puede vivir de un solo producto». Eso sí, confiesa que es la actividad de estanco la que le permite seguir tirando de un negocio que ha visto como la pérdida poblacional ha hecho mella. «Antes éramos más de 1.000 habitantes y ahora poco más de 600. Cada año menos», lamenta este comerciante para referirse a uno de los principales problemas de los comercios rurales. «No es lo que vendas, es que hay muchos gastos», prosigue explicando las dificultades que los comercios tienen y que en el medio rural, al haber menos clientes, son aún mayores. «Es muy duro ser emprendedor en un pueblo con pocos habitantes», afirma antes de apuntar que pese a todo su intención es jubilarse aquí. 

No sin esfuerzo, reconoce, él sigue tirando de este estanco situado en la calle La Ermita, muy cerca del Ayuntamiento, consciente de que de otro modo quizás la opción hubiera sido emigrar. «De mi edad se fue mucha gente fuera porque no hay trabajo», apunta Juan que reconoce que de su trabajo lo mejor es «tratar  con la gente». Y es que el suyo, afirma, es un trabajo cara al público que le permite relacionarse tanto con vecinos como con gente de paso y que llegado el buen tiempo y el verano ve aumentar su clientela. «El invierno es más duro», reconoce.