La 'extraña' masacre de El Descanso

Sagrario Ortega (EFE)
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40 años después del primer atentado yihadista en España, contra el restaurante ubicado cerca de la base americana de Torrejón de Ardoz, en Madrid, continúa habiendo más dudas que certezas

La explosión de un artefacto provocó el derrumbamiento del local. Familiares de las víctimas esperaban para acceder al depósito de cadáveres del Instituto Anatómico Forense de Madrid - Foto: M.P. y M.H. (EFE)

Una pobre investigación y un sumario escueto impidieron resolver uno de los atentados terroristas más sangrientos de la historia de España. Cuatro décadas después del considerado primer ataque yihadista en el país, persisten las incógnitas sobre la autoría y la cifra real de fallecidos en una tragedia por la que no se detuvo a nadie y, por ende, nunca hubo juicio ni reparación para las víctimas. 

Los hechos ocurrieron la noche del viernes 12 de abril de 1985 en el restaurante El Descanso, ubicado a la altura del kilómetro 14,200 de la entonces N-II (aún no había autovía). El local era famoso en la época y solía estar frecuentado por los militares estadounidenses de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). Sobre las 22,30 horas estalló un explosivo que afectó a una viga y provocó el derrumbe del establecimiento, dejando 18 fallecidos y cerca de un centenar de heridos.

Si bien la cifra oficial es de 18 muertos, una investigación de un medio nacional la sitúa en 21, tras haber comprobado, según publicaron, que España y Estados Unidos ocultaron el fallecimiento de tres militares norteamericanos. 

La explosión de un artefacto provocó el derrumbamiento del local. Familiares de las víctimas esperaban para acceder al depósito de cadáveres del Instituto Anatómico Forense de MadridLa explosión de un artefacto provocó el derrumbamiento del local. Familiares de las víctimas esperaban para acceder al depósito de cadáveres del Instituto Anatómico Forense de Madrid - Foto: M.P. y M.H. (EFE)En aquel momento, el juez encargado del caso pidió un informe a la base de Torrejón, que cifró en 12 los heridos estadounidenses, entre militares y familiares, mientras que los documentos desclasificados de la CIA hablan de 15 damnificados. 

En la década de los 80, las Fuerzas de Seguridad del Estado estaban absorbidas por el terrorismo de ETA, que perpetraba atentados prácticamente todas las semanas, mientras que en terrorismo islamista, España apenas tenía experiencia. A ello se añadía la escasa colaboración internacional. Estas circunstancias complicaron aún más la investigación, y tres días después de la tragedia, la Policía descartó a ETA y al Grapo como posibles autores. Mientras tanto, tuvieron lugar, a través de la prensa, dos reivindicaciones de autoría, la primera el 14 de abril, en nombre de la yihad islámica, y la segunda, de un grupo palestino que a la postre era una de las escisiones del Frente Popular para la Liberación de Palestina. Además, también se descartó a Mustafá Setmarian Nasar, un sirio que estableció la primera célula de Al Qaeda en España, aunque fue identificado por un testigo protegido como persona que pudo colocar el artefacto explosivo. Pese a las sospechas de atentado islamista, nunca se detuvo a nadie y el caso quedó sin resolver. 

Coincidiendo con el 40 aniversario de la masacre, el profesor y director de Estudios Estratégicos e Inteligencia del Centro de Investigación en Ciencias Forenses y Seguridad de la Universidad Autónoma de Madrid, Luis de la Corte, ha publicado el libro Un extraño atentado. La matanza del restaurante El Descanso y el terrorismo internacional, que trata de arrojar luz sobre las sombras. 

En lo que respecta a las víctimas estadounidenses, de la Corte, considera «bastante probable» que se ocultara el fallecimiento de tres militares, y no descarta que les introdujeran de alguna manera en la base como heridos graves aunque estuvieran muertos y los mantuvieran en la morgue hasta la repatriación de los cadáveres. «Todo ello pudo ocurrir, pero no se puede afirmar a ciencia cierta», advierte el profesor.

Sobre la autoría del atentado, De la Corte opta por el grupo palestino, toda vez que en su reivindicación, por escrito, había un «detalle muy importante»: aparece impresa la publicidad que el restaurante se hacía en los azucarillos. De todos modos, este experto recuerda que la respuesta que dio la Policía para descartar a Setmarian Nasar era «muy escueta», lo que «da la impresión de que esa pista no se siguió muy a fondo» aunque era «importante».

Por ello, el profesor concluye que la impresión que les ha quedado a las víctimas es que «no se hizo un esfuerzo suficiente» para encontrar a los culpables.