Ser o no ser, del dilema de Hamlet al dilema y deseo del Colegios Diocesanos en un último partido del año en el que los colegiales reciben este sábado –16,00 horas– en el Sancti Spíritu al Villaralbo. Dicho de otro modo, un partido para ser equipo en zona de permanencia o ser equipo en zona de descenso. El que gane se comerá las uvas fuera de los puestos de descenso y aunque aún queda mucho por delante, no es un premio menor. Una inyección de moral para dos equipos separados por un punto pero 'unidos' por la misma necesidad, ganar.
Un partido que esperan en el Diocesanos «con ilusión y con ganas.Creo que el parón nos ha venido bien, tanto a nosotros –cuerpo técnico– como a los jugadores, no sólo físicamente sino también mentalmente, para empezar de cero y coger energías» remarca IvánLastras, entrenador de los colegiales, ante un duelo trascendental. Porque visto el devenir de la competición, todo parece indicar que la pelea por la permanencia podría quedar reducida a la lucha particular entre Villaralbo, Diocesanos, Laguna y Ponferradina B, en estos momentos los cuatro equipos que pelean por no ocupar las tres últimas plazas. Nadie espera que Astorga, Almazán o Mirandés B puedan verse metidos en problemas cuando 2024 se inicie, aunque en este curso todo empieza a parecer posible.
Una 'final' anticipada y «una oportunidad» señala Lastras. «Es un rival directo, jugamos en nuestra casa, es el último partido del año y ojalá podamos acabarlo como queremos.Tenemos que poner toda la carne en el asador para llevarnos esos puntos» apunta Lastras, que espera que el de este sábado sea el de la «primera victoria». Tras los últimos empates ante Bembibre y Real Ávila, aún valora Lastras si mantendrá el cambio táctico –tres centrales– con el que planteó los últimos partidos. «Lo que buscaremos es el Dioce que compite. De 13 partidos hemos hecho 7 porterías a cero. También es verdad que llevamos sólo 3 goles a favor.Sabemos lo que tenemos que mejorar, sabemos lo que tenemos que mantener». No ofrece pistas a los de Miguel Ángel Álvarez, que se estrenó en el banquillo zamorano en el partido ante el Astorga (2-2) tras la destitución de Pablo Gil y que habrá aprovechado el parón de las Selecciones UEFA para empezar a darle al equipo sus propios matices.