Un equipo de autor

Luis Villarejo / EFE
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De la Fuente moldea un grupo unido a base de un plan de juego más directo y dinámico

El técnico de Haro suma ya dos títulos al frente de la absoluta en año y medio en el banquillo - Foto: Europa Press

Luis de la Fuente se ha inventado un equipo campeón. Es una selección de autor. De un entrenador que sabía, al confeccionar la lista de convocados, que su combinado nacional iba a competir por la Eurocopa de Alemania 2024. Existe una gran distancia entre la España real que 'pilota' el entrenador riojano y los foros de debate futbolísticos, proclives a ponderar más a los 'cracks' mediáticos que ayudan a consumir entretenimiento de agosto a junio en la temporada regular.

La Roja tiene un método. Y la fontanería, el disco duro de la captación del talento de las últimas generaciones, lo tiene solo Luis de la Fuente. Cualquier otro preparador, con más nombre en el panorama europeo, nunca tendría el conocimiento ni el atrevimiento del seleccionador de Haro. Un técnico de 'club top', que pudiera aterrizar en el bloque español, jamás se habría atrevido a alinear a Lamine Yamal con 16 años; a dar las llaves del equipo a Rodrigo Hernández en la creación; a poner a Nico Williams de titularísimo; a ir en sentido contrario y apostar por Marc Cucurella y, en suma, diseñar fútbol alrededor de los jugadores de la Real Sociedad y firmar un colectivo valiente.

Los grandes seleccionadores cambian el mapa de los encuentros. Los revulsivos son su especialidad. Mikel Merino, ante Alemania; y Mikel Oyarzabal, en la final contra Inglaterra, fueron alternativas determinantes. La lectura del juego, la dirección de campo, resultó sublime.

Siete victorias de siete. Mejor jugador (Rodri), mejor jugador joven (Lamine Yamal), máximo goleador (Dani Olmo) y 'MVP' de la final (Nico Williams). España arrasó en el campeonato continental. Y lo hizo en un ambiente de concentración idílico, con un cuerpo técnico profesional, de alto perfil.

Posesión y fútbol vertical. Presión tras pérdida descomunal. Esa es la gran receta de De la Fuente. Motivar a sus jugadores siempre fue su gran virtud. Volvió a sonar 'Mi gran noche', de Rafael, en Berlín. Y en las calles de España, de norte a sur; de este a oeste, la selección volvió a ser el elemento vertebrador del país.