Cada segundo fin de semana de noviembre, desde hace unos cuantos años, Gustavo Méndez se pone manos a la obra y moviliza a cientos de personas para retirar la mucha basura que, por desgracia, se acumula a lo largo del año en el embalse del Burguillo. Debería, pues, haberlo hecho el pasado fin de semana. Pero este año la circunstancias eran distintas, y con el apoyo de su mujer, decidió sustituir los verdes y azules del paraje en el que se encuentra su albergue Sierra de Gredos, por los marrones del lodo de Valencia.
Él, como tantas otras personas llegadas de toda España, llegaba el pasado viernes a Paiporta para ayudar en lo que hiciera falta. Lo hacía con una furgoneta cargada de productos de limpieza comprados por él mismo. «Antes de ir vimos que ya no era necesario llevar comida», comienza a relatar su viaje a Diario de Ávila), un viaje que, ya adelanta, repetirá en unas semanas. «Ahí queda mucho por hacer», plantea una primera reflexión tras la devastación encontrada en Paiporta, una de las localidades más afectadas por la DANA.
Explica Gustavo que se alojaron en un hotel a unos nueve kilómetros del pueblo. Y que les llevó una hora llegar al mismo cada vez que se desplazaban. «Y eso que madrugamos para poder entrar», dice en referencia al hecho de que, llegado un momento del día, ya ni siquiera está permitido el acceso a Paiporta.
Una vez allí, se pusieron en manos de los que organizan a los voluntarios, «a lo que nos mandaran». Y llegaron, por ejemplo, a casa de Conchi, una vecina cuya vivienda, un bajo, quedó totalmente arrasada por el agua. «La ayudamos a sacar muebles, libros, ropa...», recuerda su estancia encasa de Conchi, que les contó que pudo salvar la vida porque subió rápidamente a casa de unos vecinos.
«Lo que te encuentras allí es mucho peor que lo que se ve en la tele», coincide Gustavo con los testimonios de otros muchos voluntarios. «Y no hay más gente ayudando porque no dejan», vuelve a referirse a esos 'cortes' de personas que se llevan a cabo.
Cuenta Gustavo que en su paso por Paiporta se ha cruzado con miembros del Ejército, de Cáritas, de Remar y de asociaciones de rescate de animales. Incluso se encontró con algún que otro famoso, como Toni Cantó, Aitana o José Andrés.
«Quedan muchas calles por limpiar, mucho por hacer», insiste gustavo que, como decíamos, volverá a Valencia el próximo fin de semana que tenga libre.
Y la limpieza del Burguillo, ¿se llevará a cabo este año?, le preguntamos. Y la respuesta es, a priori, negativa. Entre la cantidad de agua embalsada y el «maltrato» que denuncia por parte de las autoridades, Gustavo no encuentra este año fuerzas para llevar a cabo la tarea.