Un espacio donde el tapeo y la cultura van de la mano

S.J.
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La Taberna del Viajero, en sus 20 años de vida, ha conseguido reunir una clientela muy diversa gracias a su variedad gastronómica y a su ambiente distendido

Un espacio donde el tapeo y la cultura van de la mano - Foto: David González

Ávila es una ciudad muy enfocada al turismo, eso es evidente. Por eso, los locales hosteleros del casco histórico tienen su oferta destinada a los visitantes, que siempre buscan comer en restaurantes próximos a los grandes monumentos. Sin embargo, un bar de la zona sur ha conseguido que muchos turistas decidan salir de la aglomeración del centro para disfrutar del tapeo en otra zona más tranquila. Se trata de la Taberna del Viajero, que en septiembre cumplió 20 años convertido en un referente de la hostelería local.

Juan Carlos Gutiérrez, su dueño, lleva toda su vida dedicándose al negocio de la restauración, con unos inicios en el ámbito nocturno. En el 2004 decidió abrir la Taberna del Viajero, que durante los primeros meses compaginó con la discoteca Alfarache, hasta que apostó por emplearse en exclusividad a su nuevo local. «El tema de la noche entró en una curva descendente desde el punto de vista empresarial y me quedé solo con la Taberna del Viajero», explica Juan Carlos. Un nombre que es una declaración de intenciones, lo mismo que su decoración, ambientado con motivos de viajes y turísticos. Una ornamentación que atrae a los visitantes y, por supuesto, también a los abulenses. 

Porque este bar-restaurante tiene una oferta y una variedad gastronómica que gusta a todos: mayores, jóvenes, foráneos y locales. Por eso, su clientela es tan amplia y variada. «La hostelería está pasando por un momento en el que la clientela no es tan fiel como lo era antes. Ahora la gente se mueve mucho de bar en bar», comenta. Pero esta situación no supone un problema para su negocio, porque su carta de tapas, sus raciones y sus menús siempre triunfan. Aunque el aspecto del local podría dar pie a que su cocina está centrada en la comida rápida, nada más lejos de la realidad, ya que sus pinchos y elaboraciones son todas caseras. Entre ellas, destacan las raciones, las hamburguesas y las costillas, además de sus invariables y ricas tapas, algo que no podía faltar en una zona de la ciudad tan habituadas a ellas.

Pero la Taberna del Viajero no es un bar al uso, sino que también es un espacio dedicado a los eventos culturales. «Nosotros siempre hemos sido muy permeables a los temas culturales y a actividades que no son propias de un restaurante», afirma Juan Carlos. Desde esa visión, aquí se han celebrado monólogos, clases de baile, clubes de música, y varias temporadas del ciclo de poesía Poetry Slam. Además, desde hace 15 años se reúne un club de ajedrez para jugar sus partidas en un espacio tranquilo y distendido donde la música de ambiente (canciones de los 80 y los 90) también está muy bien valorada por los clientes. Dos décadas de éxito no se consiguen por casualidad.