Letras como sentimiento y para superar el dolor

B.M
-

Piedad Rodríguez Robledo presenta 'Oda a la vida y muerte de mi hijo', mezcla poesía y prosa para llevar al lector la experiencia de tener un hijo con parálisis cerebral y lo que supone perderlo

Letras como sentimiento y para superar el dolor - Foto: David Castro

Piedad Rodríguez Robledo presentó 'Oda a la vida y muerte de mi hijo', un libro en el que mezcla poesía y prosa para trasladar al lector la experiencia de tener un hijo que nace con una parálisis cerebral severa y que murió en sus brazos con apenas 18 años. Algo, sin duda, difícil de superar, y que Piedad ha podido exteriorizar en palabras, como una forma de romper con el dolor que le dejó la pérdida de Rodrigo a través de las historias de esos años que vivió.

La propia autora y madre dice que cuando su hijo murió «tenía la necesidad de hablar con él y no lo iba a hacer con voz y lo hice escribiendo» para «volcar esa sensación que tenemos cuando desaparece alguien cercano, que un halo de energía te envuelve y le sientes tan cerca que puedes comunicarte con él». Al final, el libro «es un diálogo entre él y yo. Yo como voz poética que le cuenta a su hijo como han sido los 18 años de convivencia con todos los avatares que supone la vida de un discapacitado». 

El libro también sirvió para «justificar que no me perdí ante su ausencia», señala, cuando «es tan difícil la muerte de un hijo». Por tanto, una «purga del dolor, una terapia» pero también una «denuncia social por la incapacidad de las instituciones y la falta de recursos de algunas familias para afrontar todas estas terapias». «Rodrigo me enseño el valor de la vida, como en un momento tu castillo de naipes de ve derruido, las vanidades son una quimera. Y me enseñó también a soportar un dolor que no tiene nombre», asegura.

La presentación del libro tuvo lugar en Aspace (Asociación de Parálisis Cerebral) cuya presidenta en Ávila, Montserrat Barcenilla, señaló que para ella era un «honor» la presentación de la obra porque «Piedad relata una experiencia de vida triste, muy triste, por la que muchos de nosotros pasamos».

Por eso, ella, que vivió lo mismo, casi no necesitaba leer el libro porque «son los mismos sentimientos, lo que cambia es la forma de expresarlo. El sentimiento de duelo por no saber qué hacer, por hacer demasiado, el de no haber podido hacer todo lo que querías, el de que aunque te has esforzado has perdido la luz de tu vida». Cree que es interesante que esto lo conozca «la gente que no tiene familiares que tienen este tipo de patologías», para ahondar en la conciencia y el respeto, y recordar que muchas veces son personas que mueren jóvenes, no por la parálisis cerebal «sino por otras patologías añadidas».

ARCHIVADO EN: Poesía, Aspace, Ávila