"La ley de Extranjería sería la crónica de una muerte anunciada"

Laura López / EFE
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Torres valora la proposición de ley como la única solución posible al conflicto por la distribución de los menas y culpa a PP, Vox y Junts de torpedear su aprobación

El ministro lamenta que Feijóo haya «dado la espalda» a las regiones afectadas - Foto: EFE

El reparto de los menores inmigrantes entre las comunidades continúa siendo un foco de polémico debate en el panorama político español. Tal es la dimensión del asunto que Vox rompió todos los pactos autonómicos que había afianzado con el PP por aceptar los populares la distribución de menas (menores no acompañados) en la Conferencia del 10 de julio en Tenerife. Del mismo modo, el pasado martes Junts y el PP tumbaron en la Cámara Baja la reforma de la Ley de Extranjería del Gobierno, vinculada a esta cuestión. En este contexto, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, realizó ayer un balance sobre la negativa a esta norma, donde rechazó la vía por decreto para sacarla adelante porque, en su opinión, sería «la crónica de una muerte anunciada».

El titular de la cartera repasó el «complicado» horizonte que se abre tras el frustrado intento de tramitar el precepto, que establecería una acogida vinculante entre todas las autonomías de unos 2.500 jóvenes y aliviar así los recursos de zonas tensionadas como Canarias, Ceuta y Melilla. Para Torres, la única solución viable al conflicto sigue siendo modificar la norma a través de una proposición de ley y no mediante un real decreto, como sigue exigiendo el Gobierno de Canarias, presidido por Fernando Clavijo (Coalición Canaria), ya que, agregó, este habría que convalidarlo igualmente 30 días después en el Congreso y, según lo vivido estas últimas semanas, le parece «imposible» porque no ve «voluntad de negociación» en el PP.

Además, esta vía, bajo su punto de vista, daría «inseguridad jurídica» a los niños que en ese mes se hubieran desplazado si después el decreto no es convalidado, que quedarían «en un limbo legal».

El pasado martes, el PP, Vox y Junts rechazaron la toma en consideración de esta reforma. Con los populares hubo intercambio de documentos hasta el último momento, pero finalmente no hubo acuerdo. Al analizar lo ocurrido, el ministro tiene claro que el Gobierno ha hecho «todo el esfuerzo» posible, que empezó con ocho meses de trabajo «leal» con el Ejecutivo canario, alejado de «polémicas». «En ocasiones con frases que debían ser respondidas por el PP, pero no lo hice porque puse por delante conseguir sacar esta proposición de ley», aseguró.

Meses que acabaron con la negociación de hasta cuatro textos con el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, y la aceptación de media decena de las propuestas que habían planteado los populares, como convocar una Conferencia de Presidentes: «A cada propuesta que hacíamos nosotros, nos llegaba una con más exigencias», resaltó Torres.

Por ello, lamentó que el partido de Feijóo haya «dado la espalda» a comunidades en las que gobierna, como Canarias, Ceuta y Melilla, y negado a todos la posibilidad de «empezar a hablar» sobre la propuesta.

«desazón importante». Al ver el resultado de la votación, Torres reconoció sentir «profunda tristeza», pero lo tiene claro: «Los responsables son los que impiden el trámite parlamentario». Lo más «penoso» es saber que ahora hay en estos territorios una «desazón importante» entre las organizaciones que trabajan con los jóvenes tutelados, porque «no pueden más».