Recorrer el mundo con bajo presupuesto y sin utilizar transporte público. Ése es el reto que se ha propuesto Fernando Prieto Díaz, un joven de 33 años de la localidad abulense de Santa María del Tiétar que después de vivir en distintos países europeos en enero de 2023 se fue a Australia con la idea de trabajar allí durante una temporada para ahorrar el dinero necesario para poder emprender esta singular aventura que está realizando en compañía de Francesca, su pareja, una joven italiana a la que conoció cuando ambos vivían en Austria.
Aunque su idea es recorrer todo el mundo, de momento Fer y Francesca se han marcado como objetivo visitar todos los países de Asia en un viaje que, además, pretenden hacer sin utilizar transportes públicos y tirando de pulgar hacia arriba. Su aventura comenzó el 3 de marzo cuando desde Australia cogieron un vuelo a Vietnam. Desde entonces han viajado por varios países asiáticos haciendo autostop y con un presupuesto muy bajo.
En estos casi tres meses de viaje Fer y Francesca han conseguido que prácticamente en cualquier lugar algún conductor haya atendido a su petición de parar y dejarles subir en su vehículo. Es más, en este tiempo solo han tenido que coger tres autobuses y un taxi, lo que no deja de ser una anécdota si tenemos en cuenta que esta pareja lleva recorridos más de 14.000 kilómetros y ha visitado ya Vietnam, China, Kazakhstán, Kirguizistán y Tayikistán. Desde este último país la idea de estos dos aventureros era haber continuado hacia Pakistán sin embargo la guerra que hace unos años enfrentó a ambos países dificultó que desde Tayikistán pudieran viajar haciendo autostop a Pakistán, por lo que han tenido que volver a China, en este caso a la parte suroeste del gigante asiático, a Kasgar, desde donde, en autostop, continuarán su viaje en dirección a Pakistán.
Miles de kilómetros con el pulgar en altoLa pareja espera recorrer unos 25 países y estar viajando por Asia un año, hasta el próximo mes de marzo, que es cuando calculan agotarán los ahorros que pudieron reunir del tiempo que estuvieron trabajando en Australia. «Hemos calculado un gasto de diez euros al día», explica Fer que estima que con 3.000 euros cada uno podrán viajar durante un año teniendo en cuenta que en su viaje no hay gastos de transporte y tampoco de alojamiento ya que llevan a cuestas una tienda de campaña que instalan en cualquier lugar. «Comer aquí es barato», explica este joven de Santa María del Tiétar al hablar del que en este viaje va a ser su principal gasto.
Antes de emprender esta aventura, y cuando aún estaban en Australia, ambos pusieron en marcha el proyecto 'Préstame la brújula' que comprende un blog de viajes y redes sociales donde cuentan su experiencia viajando por distintos países y también, lógicamente, las de esta experiencia. «Ayudamos a la gente a planear su viaje a distintos destinos que hemos visitado», explica Fer al referirse a un proyecto que actualmente cuenta con cerca de 10.000 seguidores.
Lógicamente, el viaje de Fer y Francesca tiene sus complicaciones, fundamentalmente las relacionadas con el idioma ya que viajan a países donde prácticamente nadie habla en inglés, con lo que la comunicación es difícil, y también las derivadas de tener que viajar por carreteras que en ocasiones están desiertas y en condiciones meteorológicas bastante extremas. «Vivimos situaciones complejas», reconoce Fer al recordar, por ejemplo, que en la meseta tibetana les tocó hacer autostop en la nieve a temperaturas bajo cero o los problemas para comunicarse en países como China donde la censura impide utilizar ciertas aplicaciones. «Tenemos un amigo chino que vive en España que nos escribió un mensaje que le enseñamos a la gente y que explica que estamos viajando haciendo autostop y donde damos las gracias en chino», cuenta Fer una de las ayudas de las que se han valido durante su viaje por el gigante asiático.
Miles de kilómetros con el pulgar en altomucha hospitalidad Pese a esos pequeños inconvenientes de momento el balance es muy positivo, como reconoce Fer al hablar de un viaje en el que han encontrado mucha hospitalidad por parte de los locales. Recuerda, por ejemplo, como cerca de Shangri-la, en la prefactura autónoma tibetana de Diqing, provincia de Yunnan, el conductor que les llevaba les invitó a una fiesta en casa de su hermana donde les ofrecieron comida tradicional. También la vez que saliendo del pueblo de Arslanbob, de minoría uzbeka en Kirguistán, se encontraron con un grupo de amigos y uno de ellos les invitó a su casa con su familia. «Al día siguiente nos invitó otro amigo y nos llevó hasta la frontera con Uzbekistán», cuenta Fer otro de esos ejemplos de generosidad, hospitalidad y ayuda que están encontrando durante su viaje.
«En Tayikistán recorrimos la carretera del Pamir, una de las más altas, peligrosas y bonitas del mundo», prosigue relatando este joven abulense otra de las etapas de este viaje que les llevó a una zona por la que apenas había coches, solo camioneros que circulaban con sus camiones por caminos de tierra. De hecho, en uno de esos camiones estuvieron Fer y su pareja dos días y dos noches ya que el conductor les dejó dormir allí teniendo en cuenta que en esa zona, a 4.600 metros de altitud, la acampada al aire libre no es viable debido al frío intenso y la presencia de lobos.
«Uno de los paisajes más bonitos que vimos son la frontera entre Tayikistán y Afganistán, un gran cañón donde el río del medio hace de frontera», apunta Fer que indica que aunque les gustaría aún no han decidido si visitarán Afganistán, país al que se recomienda no viajar por la situación de inseguridad que existe tras la toma del poder por el movimiento talibán en 2021.
Aunque aún les quedan muchos meses y muchos kilómetros por delante recorriendo Asia, el reto de Fer y Francesca no acaba aquí ya que su idea una vez que recorran este continente es hacer lo propio con África. Antes harán parada en España, y lógicamente en Santa María del Tiétar, y tendrán que pasar otra época trabajando, «probablemente en Suecia», para ahorrar nuevamente el dinero que les permita pasar otra temporada viajando.