Puede que el de este sábado fuera uno de los días más especiales del año para los vecinos de La Colilla. No en vano, no siempre coincide en el calendario la celebración de la fiesta del pueblo con la de una nueva edición delDía delValleAmblés. La décima, ni más ni menos. Pues estas dos circunstancias se dieron ayer en la localidad abulense, rebosante de vida para vivir ese momento.
Un día que se convertía no sólo en la ocasión de potenciar y presumir del sentimiento de hermandad y de pertenencia de los más de 4.000 vecinos que componen los 28 municipios y 48 núcleos de población entre anejos y pedanías que componen la Mancomunidad delValle Amblés. También para enarbolar la bandera de las mancomunidades en general. En Ávila son 28 y de ellas presumía este sábado el presidente de la DiputaciónProvincial,CarlosGarcía. «Son un buen ejemplo no sólo de vertebración territorial en la prestación de servicio, sino en la cohesión territorial», reflexionaba García, para el que resulta un orgullo el «trabajo conjunto de todos los ayuntamientos» municipios que están mancomunados. Un trabajo, decía, que no entiende de siglas ni de políticas» y que sólo «habla de fines comunes y de soluciones conjuntas».
Y hablando ya de la Mancomunidad delValle Amblés, responsable de la fiesta de este sábado, el presidente de la Diputación destacaba de ella una cosa. «Ésta es una mancomunidad que funciona, que optimiza todos y cada uno de los diferentes recursos de manera eficiente en la prestación de esos servicios. Y creo que lo más importante es que con días como el de hoy no solamente se celebra esa efeméride sino que también se preservan y se mantienen las tradiciones y las costumbres», reflexionaba García.
Junto a él, ejerciendo como anfitrión JuanCarlos Montero, alcalde de La Colilla, un pueblo con 380 empadronados pero con una población cercana a las 500 personas y para el que la fiesta de este sábado era «muy importante», al considerarla, decía, la mejor manera de unir a los vecinos de todos los pueblos y a sus políticos. «La Mancomunidad es un nexo de todos los pueblos del valle», recalcaba Montero ante la atenta mirada de Diego Pascual, presidente de la Mancomunidad delValle Amblés y alcalde a su vez de Muñogalindo.
«Hoy es un día para el reencuentro», destacaba al comienzo de sus palabras Pascual, que se refería a la reunión de vecinos que pese a haber vivido muchas cosas juntos llevan tiempo sin verse.«Y ponemos esta fecha como hito para volver a encontrarnos año tras año», exponía el presidente de la Mancomunidad, para el que jornadas como la vivida en La Colilla sirven, además, «para vivir un día de fiesta en común y pasarlo bien».
«La Mancomunidad delValle Amblés fue formada como una herramienta más al uso de los ayuntamientos, de los pueblos, para poder gestionar la mayor cantidad de servicios de una manera más económica», planteaba su principal responsable. «Y eso trasciende a sus vecinos con facilidades y con servicios, ya sea de la gestión de residuos, del control del agua y otras actividades».
Y como «guinda del pastel» Pascual destacaba la celebración del Día delValle Amblés, «un día de fiesta que no puede perderse» y del que, por cierto, no se conoce aún qué pueblo será en 2025 su anfitrión.
Por su parte, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, José Francisco Hernández Herrero definía el sábado como «un día para sentirnos muy orgullosos de lo nuestro» y de «esos 28 municipios que de manera absolutamente voluntaria han decidido aunar sus fuerzas para prestar unos servicios de máxima calidad.
«Las mancomunidades están muy vivas y en Ávila son una realidad magnífica», concluía Hernández Herrero.
un día de fiesta. Una veintena de puestos de artesanía, productos autóctonos, almendras garrapiñadas... ocuparon este sábado las calles de La Colilla, que durante algunos momentos de la jornada estuvieron llenas de gente. Por ejemplo, durante la degustación de carne de la IGP, o en la comida popular: una paella para, decíamos, cerca de mil personas.
Mucho éxito tuvo también el tobogán acuático colocado en una calle empinada y cercana a la plaza.