Editorial

Una ayuda imprescindible para asegurar el futuro del campo

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El anticipo de ayudas de la PAC ha inyectado en el campo abulense desde el pasado mes de octubre alrededor de 8,5 millones de euros, convirtiéndose de esta manera en una fuente de ingresos imprescindible para los agricultores de la provincia.

La Consejería de Agricultura,Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, que es la encargada de realizar los pagos, continuará abonando estos adelantos de ayudas que ahora llegarán a los ganaderos.

Estamos hablando de cantidades muy importantes a nivel regional pero también a nivel local, de tal manera que la abulense es la segunda provincia en la que estos anticipos han sido mayores, solo por detrás de Salamanca.

Diferentes sectores de la agricultura y la ganadería abulense son los beneficiarios directos de unas ayudas comunitarias sin las cuales muchas de las explotaciones tanto agrícolas como ganaderas de nuestra tierra tendrían un futuro mucho más sombrío en un panorama incierto cada año y que presenta un proyecto no demasiado esperanzador si se tiene en cuenta la falta de relevo y el hecho de que cada vez son menos los jóvenes que apuestan al tractor o a la vaquería su proyecto de vida.

Parecen lejanas y que no afectan a la población en general cuando se abordan las negociaciones en Europa para dotar de presupuesto a las ayudas de la PAC en cada país comunitario, pero nada más lejos de la realidad, porque son en estas conversaciones en donde no solo el campo sino la economía en general se juega mucho. 

Recientemente se conocían investigaciones alrededor de fraudes en relación con este tipo de subvenciones en diferentes provincias de Castilla y León, algo que conviene atajar y aclarar cuanto antes por cuanto los perjudicados pueden ser los que realmente necesiten de ese dinero para sostener sus explotaciones, de ahí que cortar de raíz cualquier intento de malversación en este apartado es más que necesario.

A expensas de que los anticipos den paso a completar el total de las ayudas que han de llegar al campo abulense, conviene recordar que sería positivo para todos que la PAC se complementará con otro tipo de ayudas que tampoco tienen que ser directas, si no que pueden derivarse de otro tipo de actuaciones ya sean beneficios fiscales o incentivos para quienes acepten el reto de intentar vivir del campo.

En muchas ocasiones, demasiadas, parece que lo que no está en las ciudades no importa, pero conviene mirar más allá del asfalto y dirigir los esfuerzos que sean necesarios al medio rural para que pueda mantener un nivel de estabilidad que no ponga en peligro su subsistencia, porque entonces sí que estaríamos ante un problema de enormes dimensiones.