El sector primario español y, en concreto, el abulense también se juega mucho en estas esperadas elecciones al Parlamento Europeo del domingo. Los tres principales sindicatos agrarios (Asaja, UPA y UCCL), con sus semejanzas y sus diferencias, reclaman una petición común: modificar la Política Agraria Comunitaria (PAC) para hacerla más coherente y menos burocrática.
En este sentido, Joaquín Antonio Pino, presidente provincial de Asaja, pide que «se adapte a las peculiaridades que hemos tenido siempre en España». Francisco Robledo, presidente provincial de UCCL, pide que se cambie el sistema de la PAC «excesivamente ecologista y verde que lo que hace es mermar la producción, hacer las explotaciones menos viables. Queremos que se oriente de una vez por todas a quienes realmente vivimos de ella». Por parte de UPA, Ventura González, su secretario general en Ávila, considera la burocracia de la actual Política Agraria Comunitaria «no permite la producción de alimentos, que es a lo que se dedica el sector agrario».
Los tres coinciden en que las leyes en materia agrícola y ganadera que se han aprobado en Bruselas en la legislatura que está a punto de terminar no han sido nada beneficiosas para su sector. «Están haciendo leyes medioambientales para tener un paisaje bonito, pero no para favorecer la alimentación o la producción», afirma Ventura. Culpan de ello a la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo que se pretenden implantar. «Se están instaurando una serie de procedimientos en la PAC y en otras legislaciones paralelas como es la Ley de Restauración de la Naturaleza que nos impide llevar a cabo nuestra actividad con normalidad», declara Pino. Unas opiniones que contrastan mucho con las directrices actuales que se promueven desde el continente. Desde UPA, sin embargo, sí que se comprometen a apoyar los objetivos del Pacto Verde «siempre y cuando se hagan de forma compatible y adaptando las estrategias y los objetivos a la realidad de la actividad agrícola y ganadera».
Unas reivindicaciones que llevan realizando desde hace meses por medio de tractoradas e, incluso, cortes de carreteras. Lo mismo ocurre con el control de los productos extracomunitarios. «En Europa hay unas normas muy exigentes a la hora de producir. Producimos alimentos de una gran calidad, pero estamos perdiendo peso en los mercados porque vienen otros de fuera sin control, con otras características. Así están tirando por tierra nuestros productos. Exigimos que también se les impongan unas normas de sanidad igual de exigentes que ha nosotros», solicita Robledo. Aquí entran en juego las llamadas 'Clausulas Espejo' que pide Joaquín Antonio Pino que se firmen en los acuerdos comerciales entre la Unión Europea con otros países. «Queremos que los productos que se importan de fuera se produzcan con los mismos requisitos y exigencias en materia de medioambiente, bienestar animal o seguridad alimentaria», comenta. Desde UPA también piden su aplicación «en beneficio de una mayor transparencia, tanto para los productores como para los propios consumidores».
La ganadería extensiva, tan importante en nuestra provincia, también es un caballo de batalla para los sindicatos agrarios hacia Europa. «No entendemos que tenga tantos impedimentos a la hora de poder mantener su viabilidad», se lamenta el presidente provincial de Asaja. Francisco Robledo aboga por salvar la ganadería en extensivo «por sus dos vertientes: en primer lugar, por el beneficio que hace al ecosistema y a la sociedad al producir carne para la alimentación y, en segundo término, por el bien que hace la ganadería al ecosistema con los pastos a la hora de la prevención de los incendios».
Sin embargo, las explotaciones ganaderas se encuentran con un enemigo tan antiguo como es el lobo, que dejó de ser especie cinegética en 2021 y pasó a formar parte del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Especial Protección (LESPRE). Tal y como comenta Pino, Ávila es la provincia más atacada por el lobo y eso contrasta con las medidas de protección del lobo que ha tomado el gobierno de España, «que ha ido más allá de la propia legislación europea». Robledo, en este sentido, pide a Europa que establezca directrices para modificar el sistema de protección del lobo. «Nosotros siempre hemos pedido que, tanto al norte como al sur del Duero, el lobo sea especie cinegética porque se están dando niveles insostenibles. Cada año vemos más manadas, hay más ataques y los ganaderos están en un sinvivir», expone. Eso sí, subraya que nunca han pedido que se elimine al lobo, sino que haya un mayor control sobre este animal.
Estas reivindicaciones, junto a temas de sanidad animal como una solución a la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) que tanto afecta a las explotaciones ganaderas, están entre las peticiones que los trabajadores del sector del campo realizan a los partidos de cara a las elecciones del próximo domingo. «Nos jugamos muchos en las elecciones», asegura Joaquín Antonio Pino. Vistas sus reclamaciones y las protestas que han protagonizado en los últimos meses, no le falta ninguna razón.