No hay mal que por bien no venga.«Nos viene bien el partido para saber qué tenemos que corregir y mejorar». Así analiza Miguel de la Fuente, entrenador del Real Ávila, el segundo test de pretemporada de los encarnados, que llegaban de un oásis tras su estreno en La Albuera (1-2) ante la Gimnástica Segoviana y se encontraron con un áspero desierto en su estreno en el Adolfo Suárez ante una Arandina superior en todo, desde su cartel como equipo de Segunda RFEF a su puesta en escena en el campo.
«Ha sido un partido en el que ellos han metido mucho ritmo.Enseguida nos han castigado con un gol y a partir de ahí no hemos estado bien». Un gol que llegó en el minuto 2 de un partido en el que el Real Ávila no tuvo la capacidad de reacción para mostrarse sobre el césped. Le faltó intensidad al equipo y de la falta de agresividad, la falta de todo lo demás, con y sin balón. «Nos viene bien para saber lo qué tenemos que corregir y en lo que tenemos que mejorar. Es un equipo en el que tenemos 10-12 jugadores prácticamente nuevos y nos tenemos que acoplar». Que la Arandina es un bloque hecho –la plantilla ha sufrido un 'par' de retoques respecto a la que se proclamó campeona en Tercera– se plasmó en todo. «No cabe duda que me hubiera gustado ver otra versión, pero para eso está la pretemporada, para ver y corregir errores» insistía De la Fuente tras el choque.
El próximo sábado los encarnados se enfrentarán a partir de las 19,30 horas en el Adolfo Suárez al Fuenlabrada de Primera RFEF. De nuevo un rival de nivel superior. Otro test para el equipo pero también para empezar a calibrar si los rivales escogidos para esta pretemporada han sido los más adecuados.