Las vacaciones escolares se agotan pero aún queda Navidad por disfrutar y también, por degustar. Resta uno de los días más alegres del año, el de Reyes, y a buen seguro que, como es tradición muchos amanecerán con hambre e ilusión. La ilusión por los regalos y el hambre de roscón porque... Sí, debemos reconocerlo, somos muchos los que empezamos el día con ese magnífico manjar acompañando un desayuno inolvidable y para ello confíamos en las manos expertas de los no pocos obradores que se afanan en hacer el mejor.
Hoy nos hemos colado en Pan de panes, a toda prisa porque allí el trabajo es frenético y no es cuestión de molestar, pero siempre sacan un hueco para trasladar el secreto de que sus roscones dejen el mejor sabor de boca a base de unos cuantos ingredientes de calidad y estupendamente combinados. Saben los muchísimos fieles clientes que tienen en su haber y es que, nos cuenta Roberto Flores que de sus hornos saldrán esta campaña muchos más de 3.000 roscones. Y es que vale que en el día de Reyes es tradición, pero llevan trabajando el roscón desde que se iniciara el mes de diciembre porque cada vez se empieza a comer antes este dulce manjar.
Desde entonces y hasta ahora habrán vendido cerca de 800 unidaes porque «en diciembre se comen muy bien los roscones», pero ahora llega el acelerón final y para él han elaborado del orden de 2.500 más.
El dulce sabor de la tradición - Foto: Isabel García¿Los ingredientes? Los básicos y fundamentales. Una masa blanda, con azúcar, mantequilla, agua de azahar, huevo y harina de fuerza, que tendrá que reposar entre 8 y 10 horas en función del día de trabajo, de la temperatura externa... Cuestiones técnicas. Y después toca rellenar (o no, porque también los tienen sin relleno) de nata, de crema, de trufa... y los hay premium, en los que la parte de arriba carece de ingredientes tales como almendras o naranja o azúzar y que se baña de chocolate con una decoración un tanto especial.
Por cierto, como fruta confitada sólo usan naranja ¿Por qué? Porque con el paso de los años «te vas dando cuenta de que al final la gente tiende más a algo eco por ejemplo esa naranja y que al final lo confitado realmente como era antes ya no se lleva».
Como el año pasado y para el cliente abulense, mantienen los roscones con premio en metálico, uno con 500 euros y otros cinco con 100 euros cada uno que se distribuirán por las tiendas abulenses, tanto la de Miga y Corteza, en Virgen de las Angustias; como la de la tienda La Nueva Mauri, en la zona sur de la ciudad, y la de Pan de La Moraña en Alfonso de Montalvo.
El dulce sabor de la tradición - Foto: Isabel GarcíaPan de panes es un engranaje perfecto en el que trabajan ocho personas entre turnos de mañana y noche, pero que en temporadas como ésta del roscón efectivamente han necesitado apoyos en esta semana que es clave porque la tarea es ardua y precisa de mucho mimo para endulzar paladares.
Saben lo que tienen entre manos porque con Pan de Panes como marca llevan siete años, pero los dos maestros, que son Pascual y Roberto suman uno 18 y otro, 20.
Los precios oscilan entre los 13 euros sin relleno, los 20, con él y los premium tres euros más.
Una vez invertido en el roscón recomiendan comerlo cuanto antes, mejor porque el hecho de no llevar ni conservantes ni mejorantes hace que el producto deba consumirse en dos o tres días, no más. Mientras dure, en lugar fresco o nevera deberá reposar si es que se le deja.