Nacida en Piedrahíta, y conocida a nivel internacional por su maestría en practicar una pintura figurativa que no sólo es perfecta en las formas sino que además consigue trasladar al espectador «el mucho sentimiento» que pone su creadora en esa labor, Pilar Ahijado del Fresno 'Aixado' ha expuesto su magnífica obra en Estados Unidos, en Francia, en Japón, en Madrid, en Barcelona, en Valencia… pero no lo ha hecho nunca en su localidad natal, a la que le gusta acudir siempre que puede en sus vacaciones…

...hasta ahora, porque el día 19 de julio inaugurará en el Espacio Cultural de Piedrahíta, a las 19,00 horas, una exposición para la que ha seleccionado medio centenar de pinturas, al óleo y al pastel, a través de las cuales resume una trayectoria muy exitosa.

Esta exposición, que siendo la primera en su localidad natal (también en su provincia) será también la última de carácter individual que celebre, significa para Pilar Ahijado el cumplimiento de «una gran ilusión, mostrar mi obra en mi pueblo, que hasta ahora, por unos motivos u otros, no había podido realizar».

En el conjunto de obras que ha seleccionado para esta muestra, que podrá visitarse hasta el día 27 de julio –de lunes a domingo de 10,00 a 13,30 y de 16,00 a 19,30 horas, con los miércoles y los jueves cerrado–, se cuentan magníficos ejemplos de dos de las temáticas que más queridas le son a Pilar, el retrato, «que posiblemente es lo que más me gusta», y «la recreación de manos, que casi siempre tienen como modelo las de mi marido».

Al evidente estilo de «realismo figurativo» que define toda la obra de esta pintora piedrahitense, que con unos meses fue a vivir a Barcelona y luego residió en otras ciudades españolas de diferentes comunidades, le añade el valor que la hace tan atractiva y de tanta calidad de «aportar una carga simbólica que creo que consigue que mis cuadros no sean meras recreaciones de la realidad, como podría ser una fotografía, sino que estén llenos de sentimiento y que cuenten las historias que tienen detrás, porque cada una de esas obras lleva acompañándola una historia que tiene algo de mí».

Que ésta vaya a ser su última exposición individual, con el «enorme valor sentimental que tiene para mí que sea en mi pueblo», tiene su razón de ser, explicó, en que «me voy haciendo mayor y esta pintura tan exacta me exige mucho trabajo, mucho tiempo y esfuerzo», un estilo al que ahora toma el relevo la «práctica de la ilustración desde hace dos años, con bastante aceptación en Canadá y en Estados Unidos», y en la que en cierto sentido acompaña a su hija, también ilustradora.

Su calidad y su originalidad le han hecho entrar también con muy bien pie en este género del arte plástico, y como ejemplo de ello sirva observar el trabajo que hizo para el libro solidario de Santiago Posteguillo Viaje del polizón, que el propio escritor, recuerda orgullosa Aixado, «me dijo que le había gustado mucho porque había sabido captar la esencia del mensaje que él había escrito».