La banca siempre gana

Carlos Cuesta (SPC)
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El sector financiero español ha elevado sus márgenes un 30% por encima del europeo en el último año gracias a los altos tipos que repercuten a sus clientes

La banca siempre gana

El alto precio del dinero en el actual mercado financiero es una de las estrategias que utilizan los bancos centrales para enfriar la economía y, especialmente, para devolver la tasa de inflación a niveles aceptables que equilibren el poder de compra de los ciudadanos ante unas alzas de costes que no dejan de subir.

En el caso del encarecimiento del crédito con el incremento de los tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), y que se repercute en todos los países comunitarios, el sector más beneficiado es la banca, puesto que los altos intereses que aplican a sus clientes redundan en una mejora sustancial de los resultados de sus balances anuales que en el último año están batiendo todos sus récords históricos.

En este escenario, el sector financiero nacional ha generado durante el último año un 30% más de ingresos que el registrado por la banca de la eurozona. De hecho, los beneficios aportados en concepto de intereses en las entidades españolas constituye el 81,1% de sus ganancias gracias al margen entre lo que pagan por los ahorros de los impositores y lo que cobran en los préstamos que conceden tanto a las familias como a las empresas. 

Los economistas advierten que se trata de una proporción muy superior a la media que computa el sector en el conjunto de Europa que se sitúa en el 62,3%, según un informe elaborado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), titulado Cuadro de Indicadores de Riesgo, correspondiente al primer trimestre de 2024, y en el que estas entidades destacan entre las organizaciones financieras dedicadas al crédito que mayor provecho lucrativo sacan a este efecto en la zona euro.

Entre las mayores economías de la UE, Francia se coloca en una posición intermedia con un 41,1%, Alemania en el 53%, Italia el 59,4% y Portugal, más parecido a la banca española, alcanza el 79,3%. No obstante, los registros más altos se encuentran en Lituania (97,8%), Polonia (87,3%) y Malta (86,1%) y, en la cola, figura el principado de Liechtenstein que, hasta poco tiempo, ha sido considerado como un paraíso fiscal con un 19,9%.

Los analistas financieros sostienen que se trata de un modelo de negocio muy particular y que, en el caso español, se sustenta, sobre todo, como consecuencia de que la banca cuenta con una de las mayores carteras en créditos de hipotecas a tipo variable y que, además, ha experimentado un incremento muy alto y en muy poco tiempo ante el alza que ha registrado el euríbor en la eurozona, frente a sistemas como el francés o alemán que presentan unas diferencias muy notables con mayores posiciones en préstamos con cuotas fijas.

Un billón sin remunerar

Los asesores alertan que los españoles son los ciudadanos comunitarios que menos remuneración obtienen por sus ahorros bancarios. De hecho, denuncian que tienen en cuentas corrientes al día más de un billón de euros, cantidad por la que sus entidades no les pagan ningún nada y, en el caso de las empresas, incluso, les han llegado a cobrar por el dinero que tenían guardado en depósitos.

El panorama nacional ha permitido disparar el margen financiero de la banca ante la escalada de los precios en los créditos. La mejora de la cuenta de resultados anuales de estas corporaciones financieras con el avance de los tipos le ha permitido disparar sus ganancias muy por encima de los balances de sus competidores en la UE.

De esta forma, la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) de las grandes entidades nacionales el pasado marzo se situó en el 12,4%, por encima del 10,6% de media comunitaria, frente al 6,3% que se registró en el mercado galo, el 15% en Italia o el 17,4% de Portugal.

Otro de los indicadores que revela la buena salud de las finanzas del país es que, por su parte, la deuda de las entidades españolas con el Banco Central Europeo se redujo a 1.783 millones de euros el pasado junio, según informó el Banco de España gracias a los resultados en máximos históricos del sector que evidencian que la banca siempre gana y, especialmente, cuando el precio del dinero está más caro.