Dos de cada diez edificios superan en Ávila niveles de radón

E.Carretero
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Aunque desde junio es obligatorio realizar mediciones en centros de trabajo de lugares de actuación prioritaria como Ávila la ley aún no se cumple a la espera del listado de municipios que tiene pendiente publicar el Consejo de Seguridad Nuclear

Dos de cada diez edificios superan en Ávila niveles de radón

El radón es un gas incoloro e inodoro que emana de forma natural  desde el suelo y las rocas y que se ha convertido en un problema de salud de primer orden debido a su carácter radioactivo siendo Ávila, por su subsuelo granítico, una de las zonas de nuestro país con mayor riesgo de emanación. Y aunque la emisión de radón no se puede evitar, como asegura Héctor Rodríguez-Solano Suárez, responsable de RadónSpain, empresa con más de 20 años de experiencia en medición y asesoramiento en la ejecución de medidas preventivas y de remediación de gas radón, «lo que si se puede evitar es que se introduzca en el interior o reducir su concentración, si ya lo tenemos en el interior». 

De hecho, explica este experto, los edificios de nueva construcción situados en zonas I y II (en las que se encuentra prácticamente toda la provincia de Ávila) están obligados a adoptar medidas contra el radón desde el año 2019, siendo dos de ellas la instalación de una barrera de radón y la despresurización debajo de la solera. 

En la actualidad, prosigue este profesional, en los centros laborales se aplica el Real Decreto 1029/2022, de 20 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes que transpone la directiva 2013/59/Euratom sobre normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes. De hecho, y de acuerdo con el plazo establecido en la Disposición final quinta del Real Decreto 1029/2022, de 20 de diciembre, el pasado 22 de junio entró en vigor la «obligación de realizar mediciones en centros de trabajo de municipios de actuaciones prioritarias» si bien al no haber publicado aún el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el listado de estos municipios, lo que se esperaba ocurriera también en junio, la medida no se está aplicando. 

«Realmente la directiva europea debió trasponerse en febrero de 2018, pero desde entonces por unas razones u otras llevamos más de seis años de retraso en la protección de los trabajadores frente al radón», lamenta el responsable de RadónSpain que recuerda, eso sí, que las nuevas edificaciones en zonas identificadas I y II deben adoptar medidas contra el radón en las construcciones, según establece el CTE en el DB HS 6 de Protección frente a la exposición al radón.

«Ávila es una provincia afectada, obteniéndose valores mayores a 300Bq/m3 en viviendas y centros laborales», apunta el responsable de RadónSpain que indica que las mediciones realizadas en Ávila por su laboratorio han detectado niveles de radón superiores a los aconsejables «en dos de cada diez edificios».  Y es que su consultora, precisa Rodríguez-Solano, ha medido y diseñado soluciones para empresas y también para administraciones como el INE o la DGT, así como en otros lugares de esta provincia realizando «mediciones especializadas de radón en suelo para naves logísticas». 

Cuando las concentraciones de radón de un edificio están por encima del nivel de referencia de 300 Bq/m3 de media anual en base a una medición de tres meses como mínimo, la ventilación natural a través de puertas y ventanas durante unos minutos, «baja los niveles». El problema, apuntan desde RadónSpain, «es que no se pueden mantener las ventanas permanentemente abiertas durante todo el año». Es por ello por lo que desde empresas como ésta «se recomienda que se diseñe una solución costo-eficiente y que sea efectiva, porque cada vivienda es diferente y no todas las técnicas que ofrecen las ofrecen son siempre efectivas». 

«POR LO GENERAL NO SE MIDE». Y aunque es cierto que algunas administraciones públicas y también empresas privadas están concienciadas con este tema y realizan mediciones, el responsable de RadónSpain apunta que en Ávila «por lo general no se está midiendo» ya que «las empresas se agarran a que aún no hay un listado de municipios, y estrictamente hablando tienen razón». 

Para medir centros laborales, explica Rodríguez-Solano, se utilizan «detectores pasivos de trazas nucleares que tras tres meses ofrecen un valor medio de x Bq/m3». En viviendas, prosigue, se puede medir con detectores electrónicos, que «son bastante fiables y ofrecen resultados con rapidez o si no con detectores de trazas». La clave, explica este profesional, es que «se debe medir durante tres meses» en un periodo en el que no sea verano, «porque en esas fechas ventilamos mucho la casa y puede darnos un falso negativo». 

Primero hay que medir, y si el nivel medio anual (que se obtiene de una medición de mínimo tres meses fuera del verano), es mayor de 300 Bq/m3, «hay que reducir el nivel».  En el supuesto de que se supere el nivel, señala, «recomendamos que algún profesional diseñe la solución, porque lamentablemente hay numerosas ocasiones en los que la solución adoptada no ha sido adecuada». 

En el caso de edificios ya existentes, si tras medir se obtienen niveles por encima de los 300 Bq/m3, la concentración de radón puede reducirse con diferentes medidas como  «mejorar la ventilación del forjado inferior, instalar un sistema de extracción mecánica del radón o despresurización en el sótano, bajo el forjado inferior o bajo la solera de la planta baja, o instalando un intercambiador de calor que renueve el aire interior con radón». También ayuda a prevenir concentración de radón «sellar el suelo y las paredes y, en definitiva, mejorar la ventilación de la vivienda». 

RadonSpain lleva midiendo el radón a nivel nacional desde el 2018 en centros laborales públicos y privados (también en Ávila) y ha colocado 4.000 detectores, asegurando la trazabilidad en todo momento.