La provincia de Ávila se ha caracterizado en los últimos años por tener unos índices de delincuencia por debajo de la media tanto nacional como regional. Vivir en la capital o en cualquier municipio abulense, salvo muy contadas excepciones, permite hacerlo de una manera más relajada y tranquila en relación con la seguridad en sus calles, lo que es un plus más de atracción para la provincia. De hecho, según los datos consolidados del Ministerio del Interior registrados en los primeros seis meses solo cuatro provincias, Soria, Teruel, Zamora y Segovia, registran mejores datos que Ávila, que tiene una tasa de delitos de 17,93 por cada 1.000 habitantes, cuando la media nacional está en 49,8.
De las 2.848 infracciones penales denunciadas en la provincia en el primer semestre, 21 de ellas fueron por casos de tráfico de drogas, lo que supone una cifra no demasiada alta, pero sí con el dato preocupante de que este tipo de delitos aumentaron en un 61,5 por ciento.
Viena a colación el dato relacionado con las drogas por el hecho de que de un tiempo a esta parte sean hasta cierto punto recurrentes las informaciones de aparición en la provincia de plantaciones con cultivo de marihuana. De hecho, durante el presente año se han desmantelado 37 plantaciones, con la incautación de 4.000 plantas y la detención de 39 personas.
Se da la circunstancia, además, de que buena parte de esas plantaciones se han detectado en la zona sur de la provincia, en elValle del Tiétar, un lugar que por el clima y su cercanía a Madrid, principal mercado de este tipo de droga, se presenta con unas muy buenas condiciones para ser escenario de este tipo de actividad que, hay que recordar, es ilícita.
Para Ávila es importante seguir siendo una provincia segura y está claro que hay problemas relacionados con la seguridad que serán mucho más acuciantes y graves que este tipo de cultivos, pero actos de este tipo pueden ser la puerta para otros de más enjundia, por lo que atajarlos cuanto antes es una cuestión obligatoria antes de que puedan ir a más y causar daños mayores.
Además, hablamos de una zona de la provincia como el Valle del Tiétar, con un atractivo turístico y un movimiento de población en periodos estivales y festivos que también conviene tener controlado para no deteriorar ni su convivencia ni su polo de atracción para visitantes.
Que la Guardia Civil mantenga los niveles de vigilancia que le está permitiendo combatir con éxito esta práctica y apelar también a la colaboración ciudadana son dos de las maneras más efectivas de las que se dispone en estos momentos para seguir sumando actuaciones positivas para el conjunto de la población.