La Junta de Castilla y León no registrará el proyecto de Presupuestos para 2025 en las Cortes hasta no tener atados los apoyos y un «gran pacto» que le garantice su aprobación. Es decir, no ocurrirá como con el techo de gasto y no lo llevará a ciegas al Parlamento. Sabedor el Gobierno autonómico de su posición de minoría dentro de la Cámara, el consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, entreabre la puerta a modificar el presupuesto diseñado por su departamento para incluir en él aquellas partidas, cambios o modificaciones que acepten de los grupos de la oposición que se quieran sumar al pacto: «Hay margen para ello». «Tenemos las ideas muy claras sobre nuestros principios y nuestros valores, tenemos que ver que nos piden los demás», resumió tras ser preguntado por los próximos pasos que dará el Ejecutivo autonómico para lograr estampar en el Bocyl las cuentas de 2025.
«El diálogo todo lo puede», continuó el también portavoz autonómico, que anunció que de «forma inmediata»–la próxima semana si lo permiten las agendas– comenzarán las reuniones con los grupos parlamentarios para buscar un punto de encuentro sobre el que cimentar el pacto presupuestario. La intención, dijo, es que el Partido Socialista sea el primero en pasar por la sede de Presidencia. «Vamos con voluntad de diálogo, no queremos imponer nuestro proyecto de presupuestos». Ahora, dijo, llega el turno de ver «que piden» el resto de formaciones y como se puede encajar dentro del techo de gasto de 13.500 millones de euros:«Habrá que ver cómo encajarlo, ver cómo se financia, y qué hay que reducir para introducir nuevos gastos».
No perdió la oportunidad el consejero de volver a señalar que, para la Junta, el apoyo –en forma de abstención– de PSOE,XAV y Francisco Igea al techo de gasto este miércoles en las Cortes implica «una validación del proyecto de presupuestos». «La Junta ha hecho su trabajo, y ahora tenemos que canalizarlo en este gran pacto presupuestario», insistió Fernández Carriedo, que tiró de retórica parlamentaria para argumentar que no van a llevar el presupuesto a las Cortes ya que, si lo presentaran, solo se podría cambiar la cantidad destinada a cada consejería a través de una enmienda a la totalidad, dado que las enmiendas parciales solo permiten modificaciones «en la misma sección presupuestaria».
La oposición, a la espera
Antes de la oferta del portavoz de la Junta, la secretaria de Organización y vicepresidenta segunda de las Cortes, Ana Sánchez, advirtió que «la pelota está en el tejado» de Alfonso Fernández Mañueco y de la Junta para presentar los presupuestos, después de la aprobación del techo de gasto, porque las «condiciones de su grupo» para negociar están «claras». La socialista insistió en que es el Ejecutivo de Fernández Mañueco el que tiene que «demostrar compromiso, voluntad de diálogo y capacidad de negociación y que esto no era una maniobra de propaganda electoral». En este sentido señaló que las prioridades de su grupo pasan por una ley de reto demográfico, blindar la sanidad y la vivienda pública, entre otras. Desde Vox, Juan García-Gallardo reiteró su negativa a apoyar los Presupuestos de la Comunidad.