El Colegio de Enfermería de Ávila organizó su XIV Jornada de la Comisión Deontológica que, con el lema 'Protegernos para cuidar', abordó las agresiones sanitarias y las formas en las que los profesionales que las sufren se pueden proteger. Con la base del conocido dato de las 69 agresiones que se denunciaron el pasado año, el presidente de este colegio y también del autonómico, Enrique Ruiz Forner, señaló que si en un principio la administración «acoge y defiende» al profesional, después se echa «un poco de menos la asistencia psicológica» a posteriori, algo que podría ayudar a afrontar «la reincorporación con todas sus garantías», explicó en declaraciones recogidas por La 8 Ávila. Y esto es así en agresiones que, por ejemplo en el caso de Primaria, pueden hacer que una enfermera se tenga «que enfrentar a ir al mismo domicilio donde ha sido agredida».
Añadió que considera que «no se está haciendo suficiente» con todos los datos que se recogen en el observatorio regional de estas agresiones cuando tendrían que ser suficientes para «reducir el número». Entre las opciones para buscar soluciones habla de «crear zonas de seguridad a la hora de afrontar» las agresiones y «que el profesional se sienta más seguro», además de que «a veces haría falta también una formación» para saber afrontar ese momento de la agresión.
Estos temas se abordaron a lo largo de una jornada en la que, además de ponencias, también se incluía parte práctica, por ejemplo con un taller de defensa personal por parte de la Policía, según explicó Ainhoa Lozano, presidenta Comisión Deontológica. Comentó que las jornadas, dirigidas a enfermeras, pretendían que conozcan lo que tienen que hacer «porque muchas veces no se denuncia». Por eso se hace un «llamamiento a que conozcan los cauces y para que la gente denuncie», lo cual no se hace en ocasiones porque se trata de un maltrato psicológico, más que físico, y entonces es «algo que no se dice».