Verdadera vocación literaria, José María Muñoz Quirós nació en Ávila donde reside en la actualidad. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca. Catedrático de Lengua y Literatura, profesor de Crítica Literaria del Centro Asociado de la UNED de Ávila. Presidente de la Academia de Artes Ciencias y Letras de la Institución Gran Duque de Alba, y miembro de número de la misma. Director de la revista 'El Cobaya', miembro de la Academia de Poesía de Castilla y León. Presidente de la Academia de Juglares de Fontiveros. Está considerado como uno de los poetas más importantes de Castilla y León.
Poeta culto, y conversación con el hombre de su tiempo, colabora en diversas revistas literarias y en los suplementos culturales de distintos periódicos españoles. Ha sido seleccionado para diversas antologías. Premio Nacional de las Letras Teresa de Ávila. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas como el inglés, el italiano, el portugués o el árabe, entre otros.
Pero José María Muñoz Quirós también es el amigo, el abulense de corazón, ama su ciudad de la que sigue enamorado. Respeta la herencia del pasado, pero también se mantiene alerta a la realidad del presente. Recuerda con admiración el paso de personajes importantes que sintieron esta ciudad como destino de luz. Cada día siente también la necesidad de no olvidar nunca el legado imborrable recibido Comenta en su libro 'La luz del Silencio', Premio Nacional de las Letras 'Teresa de Ávila', que esta ciudad debe ser tolerante como lo fueron los hombres y mujeres de las tres culturas. Solo seremos ciudadanos abulenses responsables cuando nos acostumbremos a mirar, y a sentir, a escuchar, y leer esta ciudad. 
Para él, inculcar y agrupar a las personas en el espacio literario es innato. Aún recuerdo cómo me integro en el grupo poético, ahí su vocación de profesor sale por sus poros. Con su  sabiduría y ejemplo, una se siente ante el gran poeta que es. 
Hace pocos días habló sobre la poesía, y se preguntaba cuál sería el futuro de esta. Analiza la necesidad de que la poesía viva en la raíz del hombre, porque es allí donde nacerá lo más bello y genuino, así como lo más trascendente y necesario, para que el poeta transmita el  lenguaje propio de la poesía. ¿Por qué la poesía, a través de su obra, sobrevive con paradójica ternura al escepticismo de esta época? 
José María nos recuerda con insistencia la necesidad del silencio, de alejarnos del ruido permanente, que en este momento domina la sociedad. Donde, según el poeta, hay que luchar para construir una sociedad más libre, más profunda, solo así tendrá sentido que los poetas trabajen en buscar la belleza de las palabras.  
Nuestro ¡gran poeta! en el lenguaje coloquial siempre expresa la palabra el «deber» como que debemos tener esa consideración ante el respeto, y la ética;cuida de sus amigos, pues para él la amistad debe ir acompañada de la fidelidad. Algo que le proporciona ese sentimiento profundo de sentirse acompañado sobre todo, como he dicho al principio, en su vocación literaria.
Hace años que mi persona se asomó a la poesía, donde expresó sentimientos de vivencias, como también reflexiones que acuden a mi sentir emocional, y cotidiano. Solo dos poetas en mi trayectoria me conmovieron y me conmueven con sus poemas. Ángel González y José María Muñoz Quirós, este último en sus poemas nos entrega su relación con la humanidad, porque es hijo de la palabra. Sus poemas ayudan a desatar el lenguaje que somos entre lo genético y lo espiritual.
 ¡Nuestro poeta abulense es luz!