La nomofobia afecta al 60% de los menores de entre 9 y 13 años

Sergio Jiménez
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La Universidad Católica de Ávila organiza un taller dirigido a los padres de niños de menos de 14 años para prevenir la dependencia al teléfono móvil

La nomofobia afecta al 60% de los menores de entre 9 y 13 años - Foto: David González

La Universidad Católica de Ávila (UCAV) está desarrollando una serie de eventos dentro de la Semana de la Ciencia de Castilla y León. Entre ellos, se encuentra la charla-taller que se celebró durante la tarde de ayer en El Episcopio centrada en la prevención de la dependencia a los móviles entre los niños. Una conferencia dirigida por la directora del Grupo de Investigación I+D+i TICS de la UCAV, Mercedes Sánchez, y que también contó con la participación de Eva Pilar López, Carmen María Chivite y María Nélida Conejo, docentes de la universidad.

En torno a una veintena de padres y madres de jóvenes de hasta 14 años siguieron la conferencia, en la que mostraron sus inquietudes y preocupaciones sobre uno de las grandes problemáticas de la educación de nuestro tiempo. «Hay una brecha digital tremenda entre los padres y los hijos y nos da la sensación a veces que alguno ha tirado la toalla y no saben qué hacer», comentó Mercedes Sánchez.

En bastantes ocasiones, los progenitores recurren a los dispositivos móviles para calmar o entretener a sus hijos. Una situación muy común que está provocando una fobia que ya tiene nombre: nomofobia o el miedo irracional a no disponer de teléfono móvil. Un temor que no solo afecta a los adultos, sino que ya están empezando a sufrirlo los menores. De hecho, el Grupo de Investigación que dirige Mercedes Sánchez llevó a cabo un estudio piloto que arroja unos datos algo alarmantes: cerca del 60% por cierto de los jóvenes de entre nueve y 13 años de edad sufren nomofobia. Una dependencia que se explica fácilmente. «Con 9 años les regalan el móvil cuando hacen la Comunión. Es, quizás, el regalo más deseado y es entonces cuando empiezan a utilizarlo. Es un dispositivo que tiene acceso a Internet y que, por tanto, tiene muchos riesgos, sobre todo en manos de niños de esas edades», explicó Sánchez.

Los resultados de ese análisis piloto se basan en la evaluación de variables psicológicas (ansiedad y miedo), fisiológicas (taquicardias o trastornos del sueño) y sociales (aislamiento). Una investigación pionera en España que ha permitido obtener datos que desvelan una realidad preocupante. «Los datos nos indican que existe una fuerte relación entre el fenómeno de la nomofobia y el hecho de haber consumido a estas edades tan temprana tabaco y alcohol que, aunque parezca extraño, el 40% de los niños de entre nueve y 13 años ya han consumido estas sustancias o han tenido un contacto inicial con ellas», desveló la investigadora. La mayor parte del tiempo que pasan con los dispositivos móviles lo hacen interaccionando a través de las redes sociales más consumidas por los menores de esas edades: WhatsApp y TikTok, que les generan felicidad y también distracciones que pueden afectar a su aprendizaje.

Con estos resultados, la prevención debe partir de los propios padres, quienes deben poner unos límites a sus descendientes (y también a ellos mismos) a la hora del uso de la tecnología. «Nuestro mensaje va enfocado al uso que hace el adulto, porque, de este modo, el niño tendrá a sus iguales con una fuerte de grupo que les va a condicionar», afirmó Mercedes Sánchez. Por tanto, el aprendizaje de esta charla-taller también está dirigido a los padres, los principales responsables de la educación de sus hijos. En sus manos está el hecho de que, en el futuro, esos nativos digitales sepan controlar sus capacidades y  no se conviertan en adictos a las nuevas tecnologías.